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Cachi está ligada a los éxitos en el Iberoamericano

De las 11 medallas logradas en el torneo de atletismo realizado en España, siete fueron de atletas que entrenaron en esa localidad. 
Miércoles, 25 de mayo de 2022 02:32

El domingo pasado cerró en Alicante, España, el Campeonato Iberoamericano de Atletismo que dejó buenos resultados para el equipo que representó a la Argentina. Era una de las citas más esperadas para la disciplina puesto que volvían a realizarse tras el freno que puso la pandemia en 2020 y 2021 y el saldo final fue de once medallas para los argentinos, con la particularidad de que siete fueron conseguidas por atletas que hasta unos días antes estuvieron entrenando en Cachi (2.531 msnm).
El Iberoamericano se puso en marcha el pasado 20 del corriente con un programa que incluyó todas las pruebas de pista y campo, más el medio maratón, maratón y marcha. Al cierre del torneo el equipo argentino cosechó dos medallas de oro, cuatro de plata y cinco de bronce, dejando una imagen altamente positiva tras dos largos años sin poder competir con sus pares de Iberoamérica. 
Quienes eligieron Cachi como lugar de preparación para el certamen en España fueron Joaquín Arbe, Antonio Poblete, Florencia Borelli, Micaela Levaggi, José Zabala, Daiana Ocampo, Belén Casetta, Mariana Borelli, Diego Lacamoire y Marcos Julián Molina. De ese grupo seis se subieron al podio y en el caso de Molina en dos ocasiones. 
En promedio de estadía permanecieron 21 días en Cachi, algunos se marcharon antes para atender compromisos previos al Iberoamericano como Molina que disputó una competencia en Chile y Ocampo, que se instaló en Cachi unos días antes de los demás. El resto recién dejó esa localidad el viernes 13 de mayo para pasar primero por Buenos Aires y luego viajar a Alicante. 
Belén Casetta (Mar del Plata) ganó la medalla de oro en los 3.000 metros con obstáculos con marca de 9m29s60/100; también se colgó la dorada Florencia Borelli (Mar del Plata) en el medio maratón femenino (21 kilómetros) llegando a la meta con registro de 1h11m59s, mientras que Daiana Ocampo (Buenos Aires) completó un histórico “uno-dos” para el atletismo argentino en esa prueba.
En la prueba masculina de medio maratón Antonio Poblete (Mendoza) fue segundo siendo apenas superado por un segundo por el peruano Luis Ostos. Otro que se colgó la medalla de plata fue José Zabala (Santa Fe) en los 1.500 metros. En tanto, Marcos Julián Molina (Entre Ríos) se subió al tercer puesto del podio en las dos competencias en las que tomó parte: 3.000 metros y 3.000 metros con obstáculos. 
Además de esos resultados, Joaquín Arbe (Río Negro) fue octavo en los 3.000 metros con obstáculos, Mariana Borelli (Mar del Plata) no completó la prueba de 1.500 metros, Diego Lacamoire (Buenos Aires) fue séptimo en los 800 metros y Micaela Levaggi (Buenos Aires) resultó séptima en los 5.000 metros. 

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El domingo pasado cerró en Alicante, España, el Campeonato Iberoamericano de Atletismo que dejó buenos resultados para el equipo que representó a la Argentina. Era una de las citas más esperadas para la disciplina puesto que volvían a realizarse tras el freno que puso la pandemia en 2020 y 2021 y el saldo final fue de once medallas para los argentinos, con la particularidad de que siete fueron conseguidas por atletas que hasta unos días antes estuvieron entrenando en Cachi (2.531 msnm).
El Iberoamericano se puso en marcha el pasado 20 del corriente con un programa que incluyó todas las pruebas de pista y campo, más el medio maratón, maratón y marcha. Al cierre del torneo el equipo argentino cosechó dos medallas de oro, cuatro de plata y cinco de bronce, dejando una imagen altamente positiva tras dos largos años sin poder competir con sus pares de Iberoamérica. 
Quienes eligieron Cachi como lugar de preparación para el certamen en España fueron Joaquín Arbe, Antonio Poblete, Florencia Borelli, Micaela Levaggi, José Zabala, Daiana Ocampo, Belén Casetta, Mariana Borelli, Diego Lacamoire y Marcos Julián Molina. De ese grupo seis se subieron al podio y en el caso de Molina en dos ocasiones. 
En promedio de estadía permanecieron 21 días en Cachi, algunos se marcharon antes para atender compromisos previos al Iberoamericano como Molina que disputó una competencia en Chile y Ocampo, que se instaló en Cachi unos días antes de los demás. El resto recién dejó esa localidad el viernes 13 de mayo para pasar primero por Buenos Aires y luego viajar a Alicante. 
Belén Casetta (Mar del Plata) ganó la medalla de oro en los 3.000 metros con obstáculos con marca de 9m29s60/100; también se colgó la dorada Florencia Borelli (Mar del Plata) en el medio maratón femenino (21 kilómetros) llegando a la meta con registro de 1h11m59s, mientras que Daiana Ocampo (Buenos Aires) completó un histórico “uno-dos” para el atletismo argentino en esa prueba.
En la prueba masculina de medio maratón Antonio Poblete (Mendoza) fue segundo siendo apenas superado por un segundo por el peruano Luis Ostos. Otro que se colgó la medalla de plata fue José Zabala (Santa Fe) en los 1.500 metros. En tanto, Marcos Julián Molina (Entre Ríos) se subió al tercer puesto del podio en las dos competencias en las que tomó parte: 3.000 metros y 3.000 metros con obstáculos. 
Además de esos resultados, Joaquín Arbe (Río Negro) fue octavo en los 3.000 metros con obstáculos, Mariana Borelli (Mar del Plata) no completó la prueba de 1.500 metros, Diego Lacamoire (Buenos Aires) fue séptimo en los 800 metros y Micaela Levaggi (Buenos Aires) resultó séptima en los 5.000 metros. 

Los beneficios

Entrenar en Cachi no es un decisión azarosa, sino planificada por los múltiples beneficios que entrega. El principal factor es el entrenamiento en altura que permite una mayor fuerza de resistencia y una mejor capacidad de recuperación, entre otras cosas.
El otro beneficio es la concentración. Al ser una localidad pequeña todo queda cerca, del hospedaje a la pista y de la pista a algún circuito de tierra hay pocas cuadras. Tampoco hay distracciones como boliches, los atletas pueden enfocarse mejor en su plan de trabajo y si necesitan de recreación suelen juntarse en grupos para jugar a las cartas o simplemente tener charlas amenas sobre el deporte u otros temas. Eso sí, siempre con un tope máximo hasta las 22 o 23 horas para dar lugar a buen tiempo de descanso, aspecto fundamental en todo tipo de preparación. 
Los atletas que llegan a Cachi para entrenar ya no eligen hoteles, buscan tener mayor comodidad en hospedajes de menor envergadura o en casas bien equipadas, donde ellos mismos cocinan para así mantenerse dentro de la dieta que complementa su trabajo. 

Lo negativo

El único aspecto negativo del entrenamiento en Cachi es el estado de la pista del Centro del Alto Rendimiento. Al igual que la pista que se encuentra en el Legado Güemes de nuestra ciudad, las condiciones son malas por el desgaste y la falta de inversión.
La superficie presenta baches y grietas que pueden generar lesiones y otras molestias; la imagen que se llevan los atletas de la pista no es buena y termina siendo la única mancha entre los múltiples beneficios que entrega la altura cacheña. 
 

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