¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

17°
25 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Los tanques alemanes

Lunes, 30 de enero de 2023 02:25

El argumento de Ucrania para pedir tanques de guerra es claro. Insiste en decir que pueden marcar la diferencia, ayudando a sacar a las tropas rusas de territorio ucraniano, lo que le daría una ventaja a Kiyv. Alemania produce la gran mayoría de los tanques pesados modernos en Europa, los Leopard 2. Al menos unos 2.000 están repartidos entre los aliados occidentales, y Alemania es dueña de sus licencias de exportación.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El argumento de Ucrania para pedir tanques de guerra es claro. Insiste en decir que pueden marcar la diferencia, ayudando a sacar a las tropas rusas de territorio ucraniano, lo que le daría una ventaja a Kiyv. Alemania produce la gran mayoría de los tanques pesados modernos en Europa, los Leopard 2. Al menos unos 2.000 están repartidos entre los aliados occidentales, y Alemania es dueña de sus licencias de exportación.

Esto quiso decir que, mientras dudaba, otros países como Polonia, que está ansioso por enviarle tanques a Ucrania lo más pronto posible, no han podido hacerlo. Necesitaban la luz verde de Berlín para poder re-exportar los tanques. Todavía falta que se enseñe a los soldados ucranianos a usar los vehículos, y no está claro cuántos y qué tan rápido puedan llegar a Ucrania.

Alemania está dentro de los principales donantes individuales de ayuda militar y humanitaria a Ucrania, pero las dudas persistentes en Berlín llevaron a una enorme presión de parte de los aliados occidentales quienes, hasta ahora, habían estado entusiasmados por mostrar una imagen de unidad frente a las agresiones rusas.

La indecisión del canciller alemán, Olaf Scholz, dividió también a su país, incluidos su coalición de gobierno y su propio partido, el SPD.

¿Qué era lo que le causaba tanta consternación a Scholz?

No se puede dejar de hacer énfasis en el peso histórico que sienten los líderes alemanes en la actualidad. Por haber sido el agresor en dos guerras mundiales, muchos alemanes son reacios a que su país se convierta en el principal proveedor de tanques a Ucrania.

El zeitenwende o "punto de inflexión" en Alemania que anunció el canciller Scholz poco después de que Rusia invadiera Ucrania es muy significativo. Desde la Segunda Guerra Mundial, Berlín ha sido reacio a tomar el liderazgo, pero al ser la economía más grande de Europa es lo que, en muchas ocasiones, sus aliados han esperado que haga. Los alemanes sienten una responsabilidad muy profunda por la matanza de millones de rusos durante las dos guerras mundiales.

Gran parte de la sociedad alemana -particularmente en la sección oriental del país que fue comunista durante décadas- se siente tradicionalmente cercana a Rusia, aunque la gran mayoría simpatiza con los ucranianos de a pie que han quedado atrapados en la mitad del conflicto.

Olaf Scholz es un convencido de la alianza trasatlántica, pero históricamente su partido -aunque cada vez menos hoy en día- ha fijado su mirada hacia el este, hacia Moscú, debido a las leves sospechas que EE.UU. y la dominación de la OTAN le generan a varios de sus miembros. Por eso, el canciller no quería que Alemania fuera sola, ni que se convirtiera en el principal facilitador en el frente de enviarle tanques a Ucrania.

Otra preocupación alemana ha sido que, mientras que países europeos como Reino Unido, Polonia o los Países Bajos dicen que es evidente que el Kremlin está escalando el conflicto, muchos en Alemania dicen temer que enviarle tanques pesados y otro tipo de armamento ofensivo a Ucrania pueda empujar a Vladimir Putin a extremos más salvajes. Incluso el uso de armas nucleares.

Se cree que una de las razones por las que el canciller Scholz ha presionado de manera tan insistente a Washington para que también envíe tanques a Ucrania ha sido que Europa pueda sentir que tiene el poderío nuclear estadounidense involucrado y de su lado.

Al final, Olaf Scholz no quería que Alemania se erigiera y se mantuviera sola como la principal proveedora de tanques a Ucrania.

Su repentino giro de 180 grados bien pudo ser porque se dio cuenta de que si continuaba frenando esos tanques, se podría ver a sí mismo como aislado entre sus aliados.

 

PUBLICIDAD