Hasta el próximo miércoles en la Biblioteca de la Legislatura de Salta (galería Paseo del Cabildo, Caseros 519) se podrá visitar la muestra de muñecas antiguas de la coleccionista y restauradora Edith Giménez. Entre las piezas expuestas las hay de los fabricantes Armand Marseille (1884-1932), Kammer & Reinhardt Simone Halbig (1920-1930), Piel Rose de Circa (1960), Halcón (1940-1950), Bebilandia (1940-1950), Famil (1940-1950) y Bubilay de Circa (1940). También están las famosas Linda Miranda (1953-1959), Gracielita (1940-1950), Mariquita Pérez (1940-1950) y Marilú (1932-1950). Mientras que entre las argentinas se destacan algunas de la Fundación Eva Perón (1952-1955).
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Hasta el próximo miércoles en la Biblioteca de la Legislatura de Salta (galería Paseo del Cabildo, Caseros 519) se podrá visitar la muestra de muñecas antiguas de la coleccionista y restauradora Edith Giménez. Entre las piezas expuestas las hay de los fabricantes Armand Marseille (1884-1932), Kammer & Reinhardt Simone Halbig (1920-1930), Piel Rose de Circa (1960), Halcón (1940-1950), Bebilandia (1940-1950), Famil (1940-1950) y Bubilay de Circa (1940). También están las famosas Linda Miranda (1953-1959), Gracielita (1940-1950), Mariquita Pérez (1940-1950) y Marilú (1932-1950). Mientras que entre las argentinas se destacan algunas de la Fundación Eva Perón (1952-1955).
Todas ellas pertenecen a una era cuando los bebotes y muñecas propiciaban las destrezas del cuidado y del servicio, como si la sociedad indudablemente y los jugueteros en consecuencia adoctrinaran a las niñas para un rol: el de buena esposa y ama de casa, que se consideraba la máxima aspiración en las comunidades de aquella época. Sin embargo, expuestas en el marco de una biblioteca lucen adorables con sus bucles largos y definidos, sus miradas de cascarón de vidrio y sus polleras plisadas y con suntuoso encaje. Entonces cobra sentido una frase de su dueña: "Los juguetes son lujos pequeños, pero se hacen grandes en el corazón".
Imágenes: gentileza de José de Guardia de Ponté.
Hasta 2013 Edith atesoraba latas de gaseosa y cerveza. Sus investigaciones para clasificarlas la fueron llevando por diversos sitios de compra y venta de objetos coleccionables. Entonces trabó amistad con coleccionistas de muñecas antiguas y se quedó mirando fijo, quitándole los ojos de mala gana a una muñeca alemana de identidad desconocida por ella hasta hoy, pero que no dudó en comprar para fundar un hábito, un hobbie y (espera) un emprendimiento. Solo sabe que fue fabricada antes de 1930 y que había pagado por ella más de $3000, pero esta adquisición la introdujo en un universo novedoso e inconmensurable, que implicaría para ella un salto en el rango de costos. Después compró dos muñecas de pasta, que provenían de Santa Fe y exigían restauración. Se puso a fisgonear tutoriales y a prepararse para la experimentación con técnicas y materiales. A fines de 2012 entonces se contactó con Cecilia Marioni, coleccionista y restauradora de muñecas que vive en La Plata a través del blog de esta. "Ella me brindó secretos para reparar la muñeca, además me envió los brazos para una de mis muñecas basados en moldes de Linda Miranda y otros moldes para fabricar zapatos. Esto me llevó a incursionar en la reparación de imágenes religiosas, que es mi nueva pasión. Es más, hasta diría que me siento más cómoda con el arte sacro, que me apasiona y que me gustaría seguir aprendiendo", describió.
Imágenes: gentileza de José de Guardia de Ponté.
Edith en su casa de la zona sur de la ciudad se aboca a restablecer la funcionalidad de mecanismos de ojos y voces. También recoloca pestañas y hace pelucas, pero lo más ingenioso es su pericia para replicar miembros y dedos faltantes.
Imágenes: gentileza de José de Guardia de Ponté.
Para esta exposición seleccionó entre el más de un centenar que posee algunas piezas de diversos estilos y épocas: de porcelana articuladas o rígidas, combinadas en porcelana y madera, pasta, celuloide, autómatas y musicales. La invitación para "convidarle" al público una porción de su mundo de ensueño le llegó del director de la Biblioteca de la Legislatura, José de Guardia de Ponté.
Bien dicen que cuando los demonios ajenos sesgan las almas sensibles, aparecen las personas correctas a restablecer la armonía. "En una reunión amena que él había organizado por el natalicio del general Güemes, quedamos en vernos para que me hiciera una propuesta y yo dejé pasar más días porque en aquel momento estaba pasando por un momento que me tenía triste… Me puse un plazo de una semana y me fui a ver a este señor. Cuando escuché que quería hacer una exposición con mis muñecas no puedo describir lo que sentí", relató Edith.
Imágenes: gentileza de José de Guardia de Ponté.
Ella camina en las filas del coleccionismo que se comparte y por ello aceptó también la ayuda y sugerencias de Magdalena "Magui" Vargas, quien se predispuso a escuchar cómo imaginaba Edith su primera muestra. "Mi sueño era ver expuestas a las muñecas en un recinto donde se escuchara una caja de música antigua. Ellos me dijeron que aquello que soñara con mucha fuerza se podía cumplir", contó y agregó que le cumplieron otro anhelo, que en la inauguración de la exposición estuviera el poeta José Cantero Verni, leyendo la poesía que le había compuesto a la Cueva de las muñecas, su fanpage, en 2021.
Preparar cada ítem para esta exposición fue "toda una movida", aseguró Edith. A la mayoría de las muñecas les lavó la ropa, arregló los soportes de las que iban a ir paradas e hizo otros para los que no los tenían. También sacó a relucir su "alma de ciruja". "Busqué cajas en el almacén o en las calles para ponerlas, y muchos cartones más para que les sirvan de protección", describió. Todo ello con la invaluable colaboración de su mamá, Yolanda, quien estuvo atareada cosiendo contrarreloj traje, enaguas y bombachas nuevas a algunas muñecas que lo necesitaran.
Imágenes: gentileza de José de Guardia de Ponté.
El visitante podrá ver más de 50 piezas entre muñecas, topos y osos para la decoración. Entre el atractivo grupo de objetos hay varios topos Gigio, y entre estos el que ella llama el "topo consagrado", porque se lo prestó el sacerdote Matías Jerez "para que protegiera no solo a las muñecas y a sus primos los otros topos; sino también a toda la biblioteca del fantasma que allí habita y que ronda en el piso superior", susurró Edith.
La exposición puede visitarse hoy y el lunes, de 9 a 18, e invitan a las instituciones a recorrerla. "Jamas esperé que a la gente le pudiera interesar ver muñecas. Desde el momento que las estábamos acomodando pasaban por la galería y miraban a través del vidrio. Pero no tengo palabras para describir lo que fue la inauguración (el miércoles pasado) tanta gente entre conocida y caras nuevas; pero todos con algo en común: una mirada feliz. Era como si vieran en una juguetería a su juguete anhelado", destacó. Además, fueron alumnos del colegio Facundo Quiroga junto a su profesora y Edith pudo percibir su auténtico interés. "Eso me produjo una gran satisfacción de que lo que yo venía haciendo medio oculto del mundo a alguien le pudiera interesar", acotó esta coleccionista en cuya mente se agita un sueño de grandes proporciones. "Quiero que algún día mis niñas tengan su museo dedicado a los juguetes antiguos y de todos los tiempos, un lugar que la gente pueda visitar y que salga renovada por los recuerdos de la infancia y por volver a vivir una ilusión", cerró.