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Hoy en las efemérides figura el Día Internacional de la Silla de Ruedas. En esto de compartir con los rengos de la Asociación Lisiados de Salta (ALSa) me tocó conocer a mucha gente chura, que al empuje de nuestro grupo, joven por entonces (ya hace cinco décadas), sumó su esfuerzo para que la entidad saliera adelante con palabras de aliento y llenas de energía.
Entre tanta gente gaucha y palabras sabias, recuerdo al amigo don César Fermín Perdiguero, a quien acudía con los partes de prensa para que los difundiera en la hoy AM 840 y El Tribuno. Pero un día don César se perdió, y después de un tiempo lo encontré en El Tribuno. Fue entonces cuando me contó que había estado enfermo. Es más, recuerdo como si lo estuviera escuchando cuando dijo: "Denme los partes de prensa que tengan de ALSa, que hoy más que nunca seguiré con ustedes porque he sabido lo que es sentarse en una silla de ruedas". Las palabras de don César nos enorgullecían.
Pasaron varias décadas, y un día el Tucu Tucu Roberto Pérez, quien salvó su vida tras un accidente, les dijo a los chicos discapacitados que presenciaban su actuación en el Festicumple de ALSa: "Yo también he pasado por situaciones similares y gracias al afecto de los amigos, los colegas y la familia he salido adelante. Ustedes, los que tienen alguna discapacidad, también pueden salir adelante. He andado en silla de ruedas y pasé por las muletas, así que a ponerle fuerza y a seguir luchando porque se puede. Los queremos mucho y yo, mucho más". En esa actuación estaba junto al otro Tucu Tucu, Coco Martos. Allí el amigo, visiblemente emocionado, habló con el alma.
Cuando miro los videos de esa formidable reunión, a la que se sumaron artistas de primer nivel, y disfruto de la alegría de los chicos y grandes, en especial de los discapacitados, reflexiono que la solidaridad es un acto impagable. Andar en silla de ruedas atemoriza, pero los que ya conviven con ella aprendieron a disfrutar de la vida en ALSa y esto se potencia con palabras sabias.
Nacimos para ser felices
Según Claudio María Domínguez, el de los mensajes espirituales y con gran difusión en todos los medios, nadie nos dice que nacimos para ser felices. Yo agregaría: ser felices haciendo lo que nos gusta, a cada uno. Para muchas personas conocer y disfrutar de la hermosa naturaleza que brinda el dique Cabra Corral resulta una experiencia inolvidable. Imagínese lo que puede significar para un discapacitado, que por esas cosas que tiene la vida nunca se animó a descubrir el maravilloso mundo al aire libre. Claro que, para muchos, llevar a alguien al dique en silla de ruedas, con muletas o bastones puede resultar muy traumático porque no hay un lugar accesible para todos.
A qué viene todo esto. A que ALSa y la División Lacustre, que funciona en el dique Cabra Corral, dieron hace varios años atrás un fuerte golpe de timón. Junto a pescadores deportivos como los del Bochín Club y Embanoro, ayudaron a ser felices a los discapacitados que aman la naturaleza. De hecho, en la primera experiencia, años atrás, por ejemplo, Mauro se bajó de su silla de ruedas y se sentó con una cara llena de felicidad a mojarrear desde un embarcadero, mientras otros changos hacían lo propio bajo los árboles y otros, entre ellas damas, disfrutaban de la naturaleza.
La vida cotidiana puede cambiar para muchas personas, solo es cuestión de animarse. ¿Se imagina a alguien que no se anima ni a salir a la peatonal en silla de ruedas y de pronto se encuentra pescando, comiendo un asado o un guiso en el campo, durmiendo en carpa o simplemente disfrutando de la naturaleza del dique Cabra Corral? Nadie nos dice que nacimos para ser felices.
El por qué
- El Día Internacional de la Silla de Ruedas fue creado en el año 2008, gracias a la iniciativa del inglés Steve Wilkinson, quien fue diagnosticado con espina bífida a los 2 años de edad, una malformación congénita que afectó su movilidad.
- La fecha escogida para la celebración de esta efeméride es en honor a su madre Joyce Wilkinson, quien nació el día 1 de marzo de 1929. Fue su gran apoyo e inspiración durante su infancia y en el proceso de su enfermedad.
- Se pretende visibilizar los derechos de las personas que usan sillas de ruedas e impulsar las acciones necesarias para proveer la accesibilidad en la infraestructura y espacios públicos y privados, para la movilidad fluida de las personas que usan sillas de ruedas.
- Reconocer la labor de las personas que ofrecen apoyo y proporcionan sillas de ruedas, a las personas con problemas de movilidad motora.
El Dr. Basilio Torres, un orgullo
En una nota de El Tribuno, de octubre de 2014, leí la historia y ejemplo de vida del doctor Basilio Torres. En la nota se recalcaba que no hay antecedentes conocidos de ninguna parte del mundo, pero esta historia es real y de la Argentina profunda.
Al médico, cirujano considerado una auténtica eminencia y que vive en Orán, un terrible accidente automovilístico lo confinó a una silla de ruedas hace unos años y, con eso, él pensó que había llegado al final de su carrera.
En otro párrafo de la nota se destaca: "Pero la vocación, cuando es verdadera, prima por sobre todas las cosas y vence los obstáculos". Y así, luego del dolor y de aceptar que, pese a todo, la vida continúa, Basilio, "El auténtico Dr. Amor", volvió al quirófano con la gloria de un jugador que vuelve a las canchas, aplaudido por el equipo de médicos que lo acompaña a operar y lo admira desde hace muchos años.
Sus compañeros decidieron adaptar una camilla del quirófano para que, aún sentado en la silla de ruedas, Basilio pueda operar a sus pacientes, ante la atenta mirada de su esposa, quien lo acompaña en cada una de las intervenciones para asistirlo, para que "El Auténtico Dr. Amor" pueda seguir haciendo lo que mejor sabe hacer: salvar vidas.