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Cómo evitar la diarrea y la deshidratación en los niños: “El agua segura es clave”

La Dra. Cecilia Zenteno explicó a El Tribuno las claves para prevenir y actuar ante los primeros síntomas. La higiene del agua y la hidratación oportuna son fundamentales en esta época de calor.
Sabado, 11 de octubre de 2025 07:59

Con la llegada de las altas temperaturas, los casos de diarrea y deshidratación infantil comienzan a multiplicarse en los consultorios y guardias médicas. Esta semana, según explicó la Dra. Cecilia Zenteno en diálogo con El Tribuno, se registraron numerosas consultas vinculadas a estos cuadros, que en su mayoría pueden prevenirse con hábitos simples pero constantes.

“El agua es la clave en todo este proceso”, señaló la médica, especializada en salud infantil. Y explicó que es fundamental diferenciar entre agua potable y agua segura. La primera, precisó, es aquella que cumple con normas de tratamiento y control que la hacen apta para el consumo humano. La segunda, en cambio, no necesariamente proviene de una red tratada, pero puede hacerse segura mediante procedimientos caseros que eliminen bacterias y microorganismos.

Entre las recomendaciones básicas, Zenteno subrayó la importancia de contar con agua segura tanto para la prevención como para las primeras etapas del tratamiento. “Podemos preparar un litro de agua, agregarle dos gotitas de lavandina concentrada, dejarla reposar treinta minutos y ya tenemos un agua segura para el consumo”, detalló. Otra opción es hervir el agua durante dos o tres minutos y dejarla enfriar antes de usarla.

Además, recordó que los recipientes deben estar completamente limpios y sanitizados, ya que de nada sirve tratar el agua si se la almacena en un envase contaminado. Este detalle, a menudo descuidado, puede marcar la diferencia entre prevenir una infección o agravarla.

Zenteno remarcó que, frente a los primeros signos de diarrea o vómitos, es esencial mantener la hidratación del niño con agua segura o con sueros de rehidratación oral, y consultar rápidamente al pediatra o a una guardia médica. “No hay que esperar a que el cuadro avance. La deshidratación en los más pequeños puede desarrollarse rápidamente y causar complicaciones graves”, advirtió.

La médica también insistió en la prevención diaria, que incluye lavarse bien las manos antes de preparar alimentos o alimentar a los niños, mantener una correcta higiene de frutas y verduras, y evitar el consumo de productos perecederos que no estén refrigerados adecuadamente. “Son medidas simples, pero muy efectivas para reducir el riesgo de enfermedades gastrointestinales”, aseguró.

En esta época de calor, donde aumentan las actividades al aire libre y los niños suelen estar más expuestos, Zenteno recordó que la educación familiar y comunitaria sobre el cuidado del agua y la hidratación es vital. “La prevención es una responsabilidad compartida. Si garantizamos agua segura y hábitos de higiene, reducimos enormemente los casos de diarrea y deshidratación”, concluyó.

El mensaje final de la profesional es claro, “No subestimemos los primeros síntomas. Actuar rápido y ofrecer agua segura puede evitar cuadros severos y proteger la salud de nuestros niños”.

 

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