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El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, subrayó ayer que los palestinos no "abandonarán su tierra", horas después de que el presidente de EEUU, Donald Trump, dijese que barajaba hablar con las autoridades de Jordania y Egipto para ver si acogerían a más de un millón de habitantes desplazados en la Franja de Gaza.
"Recalcamos que el pueblo palestino nunca abandonará su tierra ni sus lugares sagrados, y no permitiremos que se repitan las catástrofes ('la Nakba') de 1948 y 1967. Nuestro pueblo permanecerá firme y no abandonará su patria", dijo Abbas en un comunicado. Además, aseguró que esas insinuaciones constituyen "una violación de las líneas rojas" y reiteró su rechazo a cualquier política o acción dirigida a socavar la unidad de Palestina, incluida la Franja de Gaza, Cisjordania ocupada y Jerusalén Oriental.
La Presidencia instó, a su vez, a Trump a concentrarse en mantener y consolidar el alto el fuego en Gaza -que entró en vigor el 19 de enero tras más de 47.000 palestinos muertos-, garantizar la retirada total del Ejército israelí y permitir que la Autoridad Palestina se responsabilice de una Gaza de posguerra "en un Estado palestino independiente".
"El Estado de Palestina reitera su disposición a asumir plenamente sus deberes en la Franja de Gaza y a continuar los esfuerzos para lograr una paz justa y duradera basada en la solución de dos Estados, en consonancia con la legitimidad internacional y la Iniciativa de Paz Árabe", detalla el texto.
Trump indicó el sábado que había hablado por teléfono con el rey de Jordania, Abdalá II, sobre la posibilidad de construir viviendas y trasladar a más de un millón de palestinos de Gaza a Egipto y Jordania.
La propuesta de Trump fue celebrada por el ministro de Finanzas israelí, el colono ultranacionalista Bezalel Smotrich.