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21 de Octubre,  Salta, Centro, Argentina
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Francia se cuestiona la seguridad tras el robo en el Louvre

En lo que fue definido como un "robo de película", ya que tardaron solo siete minutos en concretarlo, los ladrones ingresaron al museo y se llevaron joyas de valor incalculable. 
Martes, 21 de octubre de 2025 01:13
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Una vez pasada la estupefacción por el espectacular robo de joyas históricas de valor inestimable, Francia se interroga sobre las fallas de seguridad en el Museo del Louvre, de las que todos los responsables reconocen estar al corriente.

Los visitantes tampoco pudieron disfrutar ayer de las colecciones del museo por segundo día consecutivo, aunque el cierre se decidió en el último momento y por razones no explicadas cuando los accesos a la entrada por la pirámide estaban abiertos y cientos de turistas hacían cola, lo que generó mucho malestar.

Los dos miembros del Gobierno más implicados en la gestión de la crisis, los ministros del Interior, Laurent Núñez, y de Cultura, Rachida Dati, estuvieron reunidos para abordar la cuestión de la seguridad del Louvre junto con los responsables de custodiarlo. Tras el encuentro, enviaron una directiva para que los prefectos (delegados del Gobierno) de todo el país informen si es necesario reforzar la seguridad de sus museos o de otras instalaciones culturales.

Sobre la seguridad

Más específicamente sobre el Louvre, la titular de Cultura pareció cargar contra los que le habían precedido en el cargo al señalar que "la responsabilidad son los cuarenta años de abandono sobre la cuestión de la seguridad". En un informe que tenía que publicarse a fin de año, pero cuyo contenido se filtró con ocasión del robo del domingo, el Tribunal de Cuentas lamenta la falta de voluntad de la dirección del museo porque pese a que su presupuesto de funcionamiento es de 323 millones de euros, las partidas para la seguridad son bajas. Señalaron además que en los últimos cinco años sólo se han instalado 138 cámaras en las salas del Louvre, de forma que apenas un tercio del total de las salas están equipadas.

Dati, por su parte, quiso insistir en que desde 2022 se han solicitado más de tres auditorías sobre la seguridad y que está previsto ajustar todos los dispositivos con los estándares fijados, pero eso lleva tiempo por el proceso de licitación. Igualmente, dijo que con el programa de renovación que había anunciado en enero el presidente Emmanuel Macron para el Louvre, evaluado en 800 millones de euros, 160 millones serán para la seguridad. Agregó que el museo en su estructura actual no fue concebido para la cantidad de visitantes que recibe (8,7 millones en 2024, lo que le convierte en el más concurrido del mundo) y que tampoco está "preparado para las nuevas formas de delincuencia".

No obstante, el tema es que el comando de cuatro ladrones que se llevó ocho joyas de la corona francesa y perdió en su huida una novena, la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, que estaban en dos vitrinas de la Galería de Apolo, no utilizó tecnologías de punta. El éxito del atraco parece sobre todo fruto del efecto sorpresa y de la rapidez con la que actuaron, ya que pasaron solo siete minutos entre el momento en que llegaron al flanco sur del Louvre, junto al río Sena, y cuando se fueron en motocicletas con el botín.

El robo

Dos ladrones subieron por el montacargas hasta un balcón, abrieron un boquete en el cristal de una de las puertas con un disco de corte y luego esa misma herramienta para romper las vitrinas que protegían las joyas. Se llevaron una diadema de la reina María Amelia y de la reina Hortensia; un collar del conjunto de zafiro de las mismas soberanas; un pendiente de ese mismo conjunto; un collar de esmeraldas de la reina María Luisa; un par de pendientes de esmeralda de María Luisa; un broche; una diadema de la emperatriz Eugenia; y un broche de la misma emperatriz. En su huida perdieron la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, la esposa española del emperador Napoleón III (1852-1870), que resultó dañada.

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