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Sorpresa y malestar generó ayer en la Unión Europea (UE) y en Ucrania la información de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estaría negociando un nuevo plan de paz a espaldas de Kiev, en el que planea conceder a Rusia territorios del este ucranianos a cambio de una garantía de seguridad de Washington para Kiev y el resto de Europa frente a una posible nueva agresión rusa.
Esto formaría parte según Axios (un medio de EEUU especializado en política), de un plan de 28 puntos elaborado en secreto por la Casa Blanca e inspirado en el plan de 20 puntos utilizado para lograr un alto el fuego en Gaza.
Según fuentes anónimas estadounidenses, el plan contempla que Rusia obtenga el control total de Lugansk y Donetsk, que conforman el Donbás. No obstante, la región estaría considerada como una zona desmilitarizada y Rusia no podría desplegar tropas allí. Asimismo, el Kremlin debería devolver a Ucrania zonas ocupadas en Jersón y Zaporiyia.
El borrador estipula "el reconocimiento de Crimea y otras regiones que los rusos han tomado" y "la reducción del Ejército a 400.000 efectivos". Asimismo plantea que Ucrania debería renunciar a su armamento de largo alcance.
Este plan está siendo negociado entre el representante especial de Trump para Rusia y Oriente Medio, Steve Witkoff, y el emisario del Kremlin Kiril Dmitriev.
Malestar en la UE
Esto ha causado resquemores en el seno de la UE, que tomó nota del aplazamiento de un viaje de Witkoff a Estambul, donde debía encontrarse con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, con el fin de dar un nuevo impulso a las negociaciones de paz.
El Kremlin se negó a comentar el trascendido: "En este caso, no hay nada nuevo de lo que podamos informarles", respondió el vocero del Gobierno ruso, Dmitri Peskov.
"Para que un plan funcione, es necesario que los ucranianos y los europeos se impliquen, eso está muy claro", comentó la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas. Agregó que la iniciativa "parece alinearse con las demandas de Rusia, que Kiev rechazó repetidamente como un sinónimo de capitulación".
Para finalizar, subrayó que no ve "ninguna aportación al plan por parte de Ucrania ni de sus aliados europeos".