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La tensión entre Estados Unidos y Venezuela volvió a escalar en las últimas horas luego de que el presidente estadounidense Donald Trump lanzara un nuevo ultimátum contra su par venezolano, Nicolás Maduro, mientras el Gobierno de Caracas formalizó un reclamo ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por lo que considera acciones militares ilegales de Washington en el mar Caribe, con posibles consecuencias para toda la región.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, envió una carta a jefes de Estado de América Latina y a miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para denunciar lo que calificó como acciones ilegales y agresiones de extrema gravedad por parte de Estados Unidos en el mar Caribe, con posibles consecuencias para toda la región.
La información fue difundida por el canciller venezolano, Yván Gil, quien leyó fragmentos de la misiva desde la sede de la Cancillería. En el texto, el Gobierno venezolano advierte sobre una “escalada de agresiones” cuyo impacto, según sostiene, excede el ámbito bilateral y compromete la estabilidad regional.
El despliegue naval y aéreo denunciado por Caracas
En la carta, Maduro recordó que desde agosto pasado Washington ordenó lo que describió como el mayor despliegue naval y aéreo en el mar Caribe, que incluyó incluso un submarino nuclear. Según el Gobierno venezolano, estas acciones se realizaron bajo el argumento de operaciones antidrogas.
Caracas sostuvo que este despliegue constituye “una amenaza directa del uso de la fuerza” y que viola tanto la Carta de las Naciones Unidas como la declaración de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que desde 2014 define a la región como Zona de Paz.
Denuncias por ataques y presuntas ejecuciones
El documento enviado a la ONU afirma que Venezuela “no ha cometido acto alguno que justifique esta intimidación militar”. Además, denuncia que entre septiembre y diciembre fuerzas estadounidenses realizaron 28 ataques contra embarcaciones civiles en el Caribe y el Pacífico oriental.
Según la denuncia oficial venezolana, esos episodios dejaron un saldo de 104 personas ejecutadas extrajudicialmente. El Gobierno de Maduro solicitó que estos hechos sean investigados por mecanismos multilaterales.
Acusaciones por el petróleo y la libertad de navegación
Maduro también acusó a Estados Unidos de haber asaltado recientemente dos buques con cerca de cuatro millones de barriles de petróleo venezolano. A su vez, denunció el anuncio de un bloqueo naval “total y absoluto” contra tanqueros que transporten crudo del país.
Desde Caracas calificaron estas acciones como “actos de piratería” y sostuvieron que vulneran el principio universal de la libertad de navegación en altamar, con impacto potencial sobre el suministro energético global.
Advertencia sobre efectos económicos regionales
En la carta, el Gobierno venezolano reafirma su “vocación de paz”, aunque aclara que está preparado para defender su soberanía, integridad territorial y recursos naturales conforme al derecho internacional.
También advierte que el incremento de la tensión podría afectar el suministro global de energía, generar mayor inestabilidad en los mercados y golpear a las economías de América Latina, el Caribe y otros países.
En el tramo final de la misiva, Maduro llamó a la comunidad internacional a condenar las acciones denunciadas, exigir el cese inmediato del despliegue militar estadounidense y activar mecanismos de investigación y sanción para evitar la repetición de estos hechos.
Trump endureció su discurso y lanzó un nuevo ultimátum
En paralelo al reclamo venezolano ante la ONU, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a elevar el tono contra Maduro. Desde su resort de Mar-a-Lago, en Florida, afirmó que sería “inteligente” que el mandatario venezolano renunciara a su cargo.
“Depende de él lo que quiera hacer. Creo que sería inteligente por su parte hacerlo”, declaró Trump a periodistas. Luego, agregó una frase que reforzó la tensión: “Si juega duro, será la última vez que pueda jugar duro”.
La persecución de un petrolero en aguas internacionales
Trump también confirmó que Estados Unidos estuvo persiguiendo durante el fin de semana a un petrolero sancionado. Medios estadounidenses informaron que la Guardia Costera seguía activamente al buque Bella 1 en aguas internacionales frente a la costa de Venezuela.
Según el diario The New York Times, el petrolero habría huido hacia el océano Atlántico. De ser interceptado, sería el tercer petrolero incautado por Estados Unidos frente a las costas venezolanas en menos de dos semanas.
La semana pasada, Trump ordenó un “bloqueo total y absoluto” de todos los petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela y declaró al Gobierno de Maduro como organización terrorista extranjera designada por Estados Unidos.
El Pentágono desplegó alrededor de una docena de buques de guerra, incluido el portaaviones USS Gerald R. Ford, además de unos 15.000 soldados en el mar Caribe. Según fuentes oficiales, se trata de la mayor presencia militar estadounidense en la región en al menos tres décadas.
Rusia negó una evacuación de su embajada en Venezuela
En este contexto de creciente tensión, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia negó versiones sobre una supuesta evacuación de su embajada en Venezuela. A través de su canal oficial de Telegram, calificó como “mentira” una información publicada por Associated Press.
La agencia había citado a una fuente de inteligencia europea que aseguraba que Moscú había comenzado a retirar personal diplomático y a sus familias, versión que fue desmentida oficialmente por el Gobierno ruso.