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El Congreso fue sede el miércoles pasado de una jornada que reunió a los principales actores de la industria minera del país. El encuentro, realizado en el Salón Azul del Palacio Legislativo, se desarrolló bajo el título "La Minería en Argentina: desafíos y oportunidades" y fue convocado por la Comisión de Minería, Energía y Combustibles del Senado y la Comisión de Minería de la Cámara de Diputados, presididas por el senador Flavio Fama y el diputado Walberto Allende, respectivamente.
La jornada congregó a legisladores, autoridades nacionales y provinciales, empresarios, académicos y representantes del sector minero. Durante el encuentro se destacó que, para alcanzar exportaciones anuales de 23.800 millones de dólares hacia 2035, entre cobre, litio, plata y oro, Argentina necesitará atraer inversiones por alrededor de 42.000 millones de dólares. Buena parte de las exposiciones tuvieron centradas en el cobre y todas las fichas que están puestas en lo que puede generar la producción de ese mineral en el país.
Fama y Allende coincidieron en la necesidad de construir una agenda común que posicione a la minería como un pilar estratégico del desarrollo económico del país, mientras que la presidenta del Consejo Federal de Minería (Cofemin) y secretaria de Minería y Energía de Salta, Romina Sassarini, participó de manera virtual y destacó la importancia de una minería federal: "No existen provincias mineras y no mineras. La minería es una actividad y la discusión sobre su desarrollo no puede reducirse a etiquetas", sostuvo.
El eje del cobre
El secretario de Minería de la Nación, Luis Lucero, resaltó la performance reciente del sector y explicó que las exportaciones mineras sumaron 3.157 millones de dólares en los primeros siete meses de 2025, un récord histórico para ese período, lo que proyecta un cierre de año cercano a los 5.000 millones. Lucero recordó que la minería fue el tercer mayor generador neto de divisas en 2024, detrás del agro y el petróleo, y señaló que generaba 29.994 empleos directos a abril de 2025, sin contar los efectos multiplicadores en las economías regionales con el trabajo indirecto.
En relación con el cobre, Lucero indicó que hacia 2035 la producción podría alcanzar 1,23 millones de toneladas, lo que representaría el 6,15% de la producción mundial de ese metal y destacó su importancia estratégica.
"El cobre es absolutamente crítico para la electrificación, para el desarrollo de la inteligencia artificial, y todo indica que la oferta no va a poder alcanzar a la demanda en los próximos 20-30 años", afirmó.
También aseguró que la producción nacional tiene asegurado su mercado: "Nuestro cobre está vendido. El mundo lo demanda y no corremos el riesgo de invertir y sacar cobre para no tener al que vendérselo", explicó.
Comparando con Chile, Lucero señaló que mientras el vecino exporta entre 50 y 60 mil millones de dólares en cobre anuales, Argentina apenas llega a 5.000 millones con toda la producción minera.
Respecto a infraestructura y planificación, enfatizó: "Piensen ustedes que el cobre se concentra en el oeste principalmente, al menos los grandes yacimientos que nos pueden poner en el podio mundial de cobre están en San Juan, así que el ferrocarril San Martín y el Belgrano Cargas son críticos… esto sirve para el litio, pero somos absolutamente conscientes de lo que necesitamos en materia de energía eléctrica, de transporte y de puertos. Pero no hay nada que impida que lo logremos, hay que ser inteligentes y trabajar mancomunadamente".
Ley de glaciares
El presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), Roberto Cacciola, centró su exposición en los desafíos vinculados a la ley de glaciares, que fue sancionada en 2010 y todavía no fue regulada. Remarcó que el 75% de los proyectos de cobre dependen de la resolución de este tema.
Alertó, además, que la ambigüedad de la ley puede frenar proyectos que deberían estar permitidos.
Cacciola destacó, asimismo, que es fundamental que Nación y provincias acuerden criterios claros, sobre todo para aprovechar los beneficios del RIGI(Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones).
"Ya transcurrió un año. Si no nos ocupamos de este tema (reglamentación de la ley de glaciares) en este momento, nos podemos llegar a encontrar con que se nos pasó el RIGI", dijo.
Subrayó que no se trata de encontrar culpables sino de actuar con rapidez: "No podemos escondernos más con estas cosas. No podemos seguir pensando qué van a opinar, porque estamos postergando la calidad de vida de miles de personas".
Minería federal
La presidenta del Cofemin, Romina Sassarini, reiteró que la minería debe ser abordada desde una perspectiva federal.
"Las leyes que se discuten en el Congreso deben contemplar la diversidad territorial y productiva de Argentina. No se pueden diseñar pensando solo en algunas provincias, careciendo de este sentido federal y atendiendo solo a alguna de estas categorías establecidas en el Código. Hoy tenemos el enorme desafío de trabajar de manera conjunta para potenciar esta actividad aún más", dijo la funcionaria salteña.
El encuentro también incluyó exposiciones del presidente del Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar), Julio Bruna Novillo; del presidente de la Cámara Argentina de Proveedores Mineros (Capmin), Manuel Benítez; y de la senadora Edith Terenzi, presidenta de la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable, entre otros.
En ese contexto, Benítez subrayó la necesidad de formar recursos humanos y avanzar en la articulación entre provincias para acelerar tiempos. También remarcó la necesidad de asociarse entre proveedores nacionales para lograr escala en los proyectos mineros.
Infraestructura desbordada
En el Congreso también expuso Miguel Giménez Zapiola, responsable de Asuntos Corporativos de Eramine Sudamérica, minera a cargo de la planta de litio Centenario Ratones de la Puna salteña. Describió los desafíos logísticos de haber levantado una mega planta en un entorno sin infraestructura básica y advirtió que la capacidad vial y energética de la región ya enfrenta serias limitaciones. "Por cada camión que baja con litio, suben cuatro con insumos", ejemplificó.
También planteó que, si bien el precio internacional del litio cayó de 80.000 a 8.000 dólares por tonelada en dos años, el país puede incidir en factores estructurales: "Lo que tenemos que hacer es apropiarnos de las decisiones que sí podemos tomar, como infraestructura, reglas claras y competitividad". Llamó a pensar el desarrollo de proveedores y de la educación técnica con un criterio regional.