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El martes arribaron a Tartagal los tres flamantes camiones compactadores adquiridos por el municipio, que, sumados al parque automotor, optimizarán de manera notoria el servicio de recolección de residuos. La llegada de las unidades fue una sorpresa para muchos transeúntes que circulaban por inmediaciones de la plaza San Martín, donde fueron recibidas y donde el párroco de Tartagal bendijo las nuevas unidades.
Para un servicio más eficiente
El intendente de Tartagal, Franco Hernández Berni, explicó que “las tres unidades se suman a las tres que llegaron en mayo pasado, porque al asumir no teníamos prácticamente nada en maquinarias para brindar el servicio. Nos encontramos con camiones desvencijados, otros desmantelados, y la única manera de convencer a los vecinos de que cumplan con el pago de sus impuestos es brindándoles el servicio; ellos, mejor que nadie, ahora entienden a dónde van los impuestos que abonan”, explicó.
Las unidades cuentan con sistemas modernos de compactación y sistemas GPS, de manera de optimizar la utilización de las seis unidades, planificar mejor los recorridos y la inversión en combustible, como también las horas de trabajo del propio personal.
El rol de los propios vecinos
Respecto del manejo de la basura, otro déficit que padece Tartagal es la falta de conciencia y empatía de los propios vecinos, en sectores como el barrio Centro, que cuenta con dos servicios de limpieza diaria y recolección en horas de la noche, pero aun así no luce como debería, ya que los comercios de Tartagal optan por sacar la basura a cualquier hora, incluidos los días sábados, cuando es de conocimiento público que el servicio se reanuda el domingo en la mañana.
En otros sectores, como el denominado Shopping, también ubicado en el radio céntrico, los puesteros arrojan la basura en la calle con total desaprensión. Más allá del trabajo de brigadas de trabajadores eventuales, ese sector, ubicado entre las calles Araoz, Alberdi y España, luce como si nunca se hubiese limpiado.
La llegada y puesta en funcionamiento de estas nuevas unidades seguramente obligará a tomar medidas más drásticas con quienes, con una total falta de empatía y respeto hacia los demás, arrojan la basura a cualquier hora y en cualquier lugar. Algo similar sucede con los puestos de comidas ubicados sobre la calle 20 de Febrero, que arrojan menudencias en los contenedores, lo que provoca un enorme foco de contaminación y olores nauseabundos, en lugar de utilizar el servicio diferencial dispuesto desde el municipio, precisamente para los comercios de este tipo.
Barrio Tomás Sánchez con gas domiciliario
Fueron las vecinas del barrio Tomás Sánchez, ubicado en la zona sudeste de la ciudad, quienes, entre risas y aplausos, expresaron su alegría porque comenzaron a tener el servicio de gas domiciliario. “Hace 40 años que vivo acá; siempre tuve que comprar leña o la garrafa, que no alcanza para nada, y ahora que tengo gas domiciliario es una alegría tan grande”, expresó una mujer mayor en momentos en que comenzaba a funcionar el sistema, que en esta etapa beneficia a 160 viviendas de esa barriada.
En esa zona residen microemprendedoras conocidas en la venta de comidas típicas y pastelería, que seguramente serán las más beneficiadas, porque con el gas domiciliario abonarán mucho menos para contar con este servicio. Un gesto de verdadera justicia en una zona como el norte del departamento San Martín, que por décadas ha provisto cientos de millones de metros cúbicos de gas al país, mientras miles de vecinos aún carecen de ese servicio esencial.