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Para la industria que hizo grande al norte argentino ha sido un año particular. La mirada estuvo puesta en el mayor complejo industrial de refinación de derivados del gas y del petróleo que tiene la región, Campo Durán que comprenden la destilería y el poliducto que con más de 1.300 kilómetros de extensión.
La reforma laboral que se avecina y tendrá como guía lo realizado en el mega yacimiento no convencional de Vaca Muerta, el pedido de la baja en la presión tributaria del sector empresario para avanzar en producción en las áreas maduras o convencionales y los nuevos negocios que quieren encarar YPF son algunos de los temas que generan la mayor atención para el año que está próximo a iniciarse en una región ávida de producción y fuentes genuinas de empleo para abastecer a la Argentina de la energía que requiere para crecer.
La decisión del Gobierno nacional de eliminar las retenciones a la exportación del petróleo convencional cuando el precio internacional se ubique por debajo de los USD 65 por barril generó grandes expectativas en provincias productoras como Salta, donde la cuenca produce bajo esa modalidad. Hasta ahora regía un esquema de derechos de exportación que llegaba a una alícuota de 8% para el crudo convencional con precios internacionales por encima de los USD 60.
Con la nueva medida se busca alivianar la carga impositiva sobre yacimientos maduros que en el caso de Salta podría incentivar a las empresas operadoras a reinvertir llevando adelante nuevas perforaciones, avances en los trabajos de work over (reparación) y sobre todo en el sostenimiento de las fuentes de empleo genuina, generando más trabajo para las empresas de servicios, lo que en definitiva significarían más regalías hidrocarbureíferas para Salta .
Todas las provincias que aún mantienen una fuerte presencia de producciones convencionales debaten el nuevo esquema y la realidad para la cuenca del NOA que comprende las provincias de Salta, Jujuy y Formosa es que el norte tiene aún potencial para aportar la energía que el país necesita siempre que se apliquen tecnologías de recuperación y un esquema fiscal que permita nuevas inversiones.
Otro factor a tener muy en cuenta es analizar cuántos años más a consecuencia del natural declinamiento de las producción de la cuenca, le restan al norte para seguir aportando mientras toda la Argentina está orientada al desarrollo del combustible no convencional.
El shale en algún momento que a los inversores les resulte oportuno hará pie en el norte con la gran esperanza para una industria que hizo grande a esta región por 8 décadas pero que hacen más de 15 años ha perdido el esplendor en materia de hidrocarburos: El desarrollo de la cuenca no convencional de Los Monos que guarda tanto o más gas y petróleo que Vaca Muerta, a 3.500 metros de profundad convirtiendo a toda la región en una de las reservas más importantes del mundo.
Regímenes especiales para cuencas
Las cuencas maduras requieren un régimen específico para continuar produciendo, preservar empleos, aprovechar infraestructura ya instalada y el know how de cientos de operarios que por años se desempeñaron en una industria con elevados estándares en materia técnica.
Pero sin incentivos fiscales ni medidas diferenciales, la producción en el norte sigue en caída mientras las inversiones se concentran en Vaca Muerta. La equidad es necesaria en este punto.
Entre 2012 y 2022, la cuenca Austral cayó un 51,5%, Cuyana un 40,1%, Golfo San Jorge un 22,4% y Noroeste un 50,6%. Solo la cuenca Neuquina creció, y lo hizo gracias al shale.
La migración de trabajadores, el cierre de empresas de servicios y el envejecimiento de pozos es un panorama que en Salta se agudiza año tras año con el riesgo que se transformen en irrecuperables.