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El municipio de El Bordo vivió a pleno La Chaya del Mojón, una costumbre andina que se arraigó definitivamente en la zona, reuniendo a miles de personas que buscan disfrutar del baile, el canto y toda la alegría que esta actividad ancestral genera.
Todo da inicio en un mojón, un hito construido con piedra acumuladas, ubicado sobre el acceso sur al pueblo, a la vera de la ruta provincial 12. Los participantes, encabezados por el intendente Sergio Copa, humedecen el suelo con bebidas tradicionales, mientras los diablos bailan a su alrededor arrojando serpentina y harina. Culminado el ritual, las familias bordeñas junto a miles de personas que llegan desde todo el departamento, de localidades jujeñas y Salta capital, se trasladan en caravana hasta el predio donde se llevará a cabo el festival con artistas en vivo.
Unas 5 mil personas recorrieron las 12 cuadras que los separaba del escenario principal, bailando al ritmo del Pin Pin, Tinkus y Sayas, mientras jugaban al carnaval con pinturas en las manos y en la oreja un ramito de albahaca. Una vez en el predio, donde se sumaron más personas hasta llegar a una cifra estimada en 12 mil, se dio inicio al festival, con la presencia de conjuntos en vivo, la mayoría de ellos interpretando música que identifica al norte de nuestro país.
"Estoy convencido que esto le hace bien al pueblo, porque lo disfrutan desde los padres y abuelos hasta los niños, todo es gratis para que nadie se quede afuera. Es bueno dejar las tensiones y malas ondas en este lugar, llenarnos de alegría y esperanza para continuar con nuestras vidas después del carnaval", expresó Copa.