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Una escena digna de una comedia con final feliz tuvo lugar en la madrugada salteña, cuando los propietarios de una vivienda ubicada en calle Los Sauces al 300, en el barrio 9 de Julio de Orán, se encontraron con una inesperada intrusa: una comadreja hambrienta irrumpió en el domicilio mientras todos dormían.
El hecho ocurrió a la 1.35 de la madrugada, cuando los dueños de casa se despertaron por ruidos extraños provenientes de la cocina. Al acudir, se toparon con la escena del delito: lLa comadreja había encontrado los huevos almacenados y, sin perder tiempo, los devoró uno por uno.
Tras saciar su apetito, el mamífero placentario decidió ocultarse en un lugar que creyó seguro: detrás de un ropero. Allí fue hallada, inmóvil, por los efectivos de Bomberos, que acudieron tras el llamado desesperado de la familia que no sabía cómo actuar.
La dotación, a bordo del móvil 18, realizó una intervención cuidadosa para extraer al animal sin causarle daño. Una vez capturada, la comadreja fue revisada por un veterinario, quien descartó la presencia de lesiones, y luego fue liberada en una zona de montes, donde pudo regresar a su hábitat natural.
Este tipo de episodios, aunque poco frecuentes en zonas urbanas, alertan sobre la presencia de fauna silvestre en áreas residenciales, sobre todo en zonas cercanas a descampados o espacios verdes sin control. Las comadrejas, aunque suelen generar temor, no representan un peligro directo para las personas, pero sí pueden causar daños menores en viviendas si no se actúa con rapidez.
El incidente dejó a la familia sin huevos, pero con una anécdota que seguramente será contada por años. Y a la comadreja terminó en libertad, tras un festín de huevos y saciar su hambre.
Fuente Radio Güemes de Orán