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No es de extrañar en estos días que los ancianos de menos recursos sean noticia. De un tiempo a esta parte, hombres y mujeres de la tercera edad que cuentan con una pensión, una jubilación mínima, o ninguna entrada de dinero, apenas pueden alimentarse y, muchos, hasta han dejado de comprarse los remedios. Entonces llegan frecuentemente a los hospitales en condiciones que provocan alarma y mucha tristeza.
Es lo que observó con gran lucidez la licenciada Silvia Vilte en el hospital San Rafael, de El Carril, y emitió un crudo llamado de atención a las familias, a través del sitio informativo ¿Valle de Lerma Hoy¿: ¿Muchos adultos mayores llegan en estado de abandono, desnutridos, deshidratados, con cuadros de neumonía y múltiples patologías asociadas a la falta de cuidado. La mayoría tiene familia, tienen apoderados. Pero no tienen quien los cuide", lamentó Vilte.
Total descuido
Los profesionales del hospital de El Carril aseguraron al sitio de noticias citado, que muchos de estos pacientes ingresan al nosocomio en condiciones de total descuido: ¿Con falta de higiene, úlceras por presión (escaras), sin haber recibido alimentación adecuada y sin los medicamentos que necesitan. Cuando hay que cobrar la jubilación, siempre hay un familiar disponible. Pero cuando se trata de llevarlos al médico, darles un baño o comprarles remedios, no hay nadie que se ocupe", advirtieron.
Familiares ausentes
Informan además que la situación de los ancianos, revela una peligrosa naturalización del abandono: familiares ausentes, trámites que nunca se hacen, medicamentos que nadie compra y una red de contención que, en muchos casos, simplemente no existe. "El Estado no puede hacerse cargo de cada abuelo. Ni la policía, ni la justicia, ni el intendente. Son las familias las que deben asumir ese compromiso", expresó Vilte.
Desde el hospital San Rafael pidieron empatía, responsabilidad y compromiso con los abuelos. Y remarcaron que el abandono es doloroso, que no se trata solo de vivir muchos años, sino de vivirlos con dignidad. ¿Si en una casa hay un abuelo, hay una responsabilidad moral y humana que no se puede delegar¿, finalizó Vilte.