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Tras ser velado en la Casa de la Cultura, en pleno microcentro porteño, los restos de Jorge Lanata fueron trasladados este mediodía al Cementerio Campanario Jardín de Paz, en Florencio Varela, donde tuvo lugar su último adiós.
La abogada Elba Marcovecchio, última esposa del periodista, llegó al lugar minutos antes del mediodía para acompañar el cortejo fúnebre junto a familiares y amigos cercanos. Entre las imágenes más emotivas, se destacó la presencia de Bárbara y Lola, hijas de Lanata, quienes participaron de la ceremonia, conmoviendo a los presentes.
En el interior del Jardín de Paz se realizó una ceremonia religiosa íntima, previa al entierro en una parcela del cementerio. Finalizado el acto privado, Julio López, periodista y compañero del ciclo radial liderado por Lanata, expresó su sentir:
"Esta vez no lo logró, pero al mirar hacia atrás entiendo que fue un alineamiento cósmico. Después de llorar tanto entre ayer y hoy, me queda su legado imborrable."
Por su parte, Jésica Bossi, otra de las colaboradoras cercanas de Lanata, reflexionó sobre el vacío que deja en el periodismo: "Estuvimos meses esperando que volviera al programa. Hoy enfrentamos la certeza de que no lo hará, y es devastador. Lanata marcó un antes y un después en la profesión. Es alguien que aparece cada medio siglo."
La despedida de Lanata, quien fue una figura clave en el periodismo argentino, estuvo marcada por la profunda emoción de sus allegados y el reconocimiento unánime de su impacto en los medios y en la sociedad.