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Amanda Knox, la estudiante norteamericana de 23 años, ya está en su país después de haber permanecido presa durante tres años en Italia acusada de haber asesinado a su amiga y compañera de habitación, Meredith Kercher (21), de 43 puñaladas, por haberse negado a participar de una orgía sexual en la que estaban involucrados, además, su novio Raffaele Sollecito, estudiante italiano, y Rudy Guede, un marfileño de antecedentes complicados. Knox, su familia y sus amigos se encuentran en estos momentos en una frenética carrera por crear una imagen positiva alrededor de su nombre, que quedará ligado para siempre a la muerte de la estudiante británica en un confuso hecho ocurrido la noche del 2 de noviembre de 2007, en el departamento que compartían en la ciudad de Perugia, Italia.
La Justicia renga
Hace tan solo unos días la jovencita, junto a su exnovio, fueron dejados en libertad debido a que el Tribunal de Apelación de Perugia los absolvió de manera definitiva. De este modo, el crimen de la inglesa cae sobre los hombros del marfileño Rudy Guede, cuyos antecedentes no lo ayudan: fue abandonado por sus padres, vivió en la calle y fue adoptado por una pareja de alto nivel económico. Allí retomó sus estudios y comenzó a practicar deportes, pero después de un par de años empezó a vagabundear, mezclándose con gente de baja estofa. Abandonó a sus padres adoptivos y regresó a las calles, en donde, entre otras cosas, se dedicaba al narcotráfico, pero además de todo... era negro y ya viéndose prácticamente condenado, optó por ser sometido un juicio breve que lo condenó a 30 años, aunque después quedó en 16 años efectivos. Amanda contó con el apoyo de su familia y de políticos de su país que presionaron en todo momento para que la chica quedara despegada de la causa. Hecho que finalmente lograron, incluso con la contratación de una empresa de relaciones públicas. Michael Cooper e Isolde Raftery, periodistas de The New York Times, escribieron que al poco tiempo de que fuera detenida la joven, en 2007, sus padres contrataron a la compañía de manejo de crisis Gogerty Marriott y comenzaron a realizar una colecta de dinero para pagar su defensa, que la revista Times calculó en un millón de dólares. Además, sus familiares movilizaron a amistades escolares de Amanda, quienes se ocuparon de trabajar las redes sociales, creando páginas y colocando fotos de ella cuando niña, con el fin de contrarrestar la imagen malvada y promiscua presentada en los tabloides británicos. Los abogados dijeron que ella había sido crucificada por los medios.
Los hechos nunca se aclararon
Lo que ocurrió entre la noche del 1 de noviembre de 2007 y el amanecer del día siguiente son una secuencia de hechos confusos que la Justicia nunca logró aclarar. Lo cierto es que en la madrugada del 2, llegó un amigo al departamento de las estudiantes, ubicado en el primer piso de una casa en la Vía Della Pergola 7, e ingresó. Allí observó un desorden descomunal y que había sangre por todos lados. El joven abrió la puerta de un baño y encontró el cuerpo de Meredith con el cuello prácticamente seccionado. Los médicos determinaron que le habían asestado 43 puñaladas. Momentos después, llegó Amanda y su novio Sollecito, quienes se mostraron desconcertados por lo sucedido. La chica llamó por teléfono a sus familiares en Estados Unidos y posteriormente dieron aviso a los carabinieri, quienes se hicieron cargo de la situación.
Amanda tenía fama de ser una joven de vida promiscua, adicta a la cocaína y amiga de las fiestas donde el alcohol era lo más infantil que se consumía, pero en cantidades escandalosas. Esa noche, Rudy también había estado en el departamento de las jóvenes, a las que conocía porque era amigo de los estudiantes que vivían en el piso inferior...
Una noche de descontrol
La acusada Knox trabajaba en un pub cercano a su domicilio como mesera, pero esa noche su patrón, Patrick Lumumba, le avisó que no fuera, ya que era poco el movimiento que había. Dado el cambio de planes, se encaminó al departamento de Meredith y llamó a su novio y al marfileño para que se les unieran.
Después se sucederían los hechos de tal manera que nadie logró reconstruirlos eficientemente, al punto de que ella, la principal sospechosa, quedó libre de culpa y cargo. Sin embargo, por las pruebas recogidas en la escena del crimen, los oficiales de Justicia determinaron que Meredith había sido asesinada cuando intentó defenderse de un ataque sexual. Aparentemente, Amanda, Sollecito y Guede habían organizado una orgía de la que no quería participar...