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Soledad Hammer: ?Es una pasión que se lleva en dos ruedas?

Lunes, 15 de octubre de 2012 16:49
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Seguramente su padre jamás se había imaginado que su nena iba a seguir su legado. Soledad Hammer, de 19 años, es la primer piloto de Sudamérica que corre en una categoría de velocidad dentro del motociclismo. Con rectas que alcanzan los 290 km/h, la joven, de Alta Gracia (Córdoba), comenzó con el motocross y un día decidió hacer de la velocidad en pista su pasión.

“Hace más o menos un año y medio que corro en esta categoría, debuté en las Termas de Río Hondo con un 12§ puesto en 2010”, comenta Sol Hammer y agrega: “Me inicié en el mundo de la velocidad con una motocross. Es de familia, mi papá (Ramón Hammer) corrió toda su vida en motocross, salió campeón en 2009 y ahí me empecé a interesar”.

Un día decidió pedirle la moto a su papá para dar unas vueltas en el autódromo Oscar Cabalén de Alta Gracia y le encantó. “Si bien comencé con motocross, comparado con la de velocidad es muy distinto. Las primeras vueltas que di con una TR 1000 en el Cabalen, de jeans y zapatillas, me encantó y desde ese momento le empecé a pedir la moto prestada a mi viejo para dar unas vueltas. Después me compré el casco y ahora acá estamos, cuarta en un campeonato nacional”.

Respecto a sus padres, la joven piloto comentó que “sufren mucho porque ando a una velocidad final de 280/290 km/hs., pero gracias a Dios me apoyan muchísimo. Es una pasión muy grande que llevo en las dos rueda y si no fuera por ellos tampoco no estaría haciendo esto”.

Su juventud le permite soñar con seguir creciendo en el motociclismo, sin embargo no todo es cuestión de sueños. “Sueño con llegar a un campeonato español, competir afuera del país, pero somos gente de barrio que no tiene un presupuesto para afrontar este deporte a ese nivel así que por ahora la meta es seguir peleando el tercer puesto del nacional en la stock bikes 600 y a fin de año veremos qué pasa”, concluye una de las figuras del motociclismo nacional.

Todo queda en familia
 
Cada vez que Soledad se sube a la Yamaha 600 para competir sus padres están presentes, sufriendo y acompañándola. Es que su padre, Ramón, es el mecánico de la joven. 
A eso hay que sumarle que su novio (ella contó que hace tres años que está de novia) es también parte del equipo del Hammer Racing, asistente del padre a la hora de reparar la moto. 
Soledad también dijo que tiene una hermana más pequeña, de 8 años, a la que intenta introducir en el universo del motociclismo, pero su mamá no quiere saber nada. 
Con respecto al circuito salteño, la piloto comentó que “vine hace dos años con el campeonato del NOA, que gané, sé que se trata de una pista rápida y me gusta mucho”.
 
Palazo a 170 km
 
Muchas personas, incluidos los hombres, destacan el valor que tiene Soledad Hammer a la hora de subirse a su Yamaha, una moto de alta velocidad. Cuando le preguntan qué tipo de sensaciones le produce estar arriba de su máquina y girar a grandes velocidades, ella responde: “Mucha adrenalina, me emociona girar a esa velocidad, me encanta”, sostiene feliz la joven. A la hora de recordar los peores palos que se pegó, señala: “Tuve una caída muy grande el año pasado en Resistencia, Chaco. Me caí en la curva Nº1 a 170 km/h peleando la tercera posición. Tuve un roce con otra moto, el impacto me hizo perder la memoria y hasta el día de hoy no me acuerdo de la caída. Gracias a Dios no tuve ninguna quebradura ni nada, la verdad es que la saqué barata”. 
 
 

 

 

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