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El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se mostró ayer alarmado por el aumento de las hostilidades en Siria e instó a las partes a respetar a los civiles y personal humanitario.
“La escalada de la violencia se está cobrando un alto precio entre la población civil. Instamos a las partes a que tomen medidas inmediatas para cumplir plenamente las disposiciones del derecho internacional humanitario”, manifestó en un comunicado el director de operacionales del CICR, Pierre Kr„henbhl.
Estas normas y principios se aplican a todas las partes en el conflicto armado sirio y, entre otras disposiciones, restringen los medios y métodos de guerra a los que se puede recurrir.
El CICR recordó que el derecho internacional humanitario solo permite dirigir ataques contra objetivos militares y no contra la población civil ni contra bienes de carácter civil, como viviendas, colegios, instalaciones y vehículos sanitarios o lugares de culto.
“La situación humanitaria en Siria empeora día a día y las necesidades de la gente de a pie no dejan de aumentar”, lamentó Kr„henbhl, quien ante este agravamiento de la situación instó a todos los que portan armas a respetar al personal de las organizaciones humanitarias.
El CICR recordó que, desde que estalló la violencia en el país hace casi veinte meses, seis voluntarios de la Media Luna Roja siria han muerto en el ejercicio de su labor.
Capturan una hidroeléctrica
Los insurgentes sirios capturaron ayer una presa hidroeléctrica sobre el río Éufrates tras días de intensos combates, informaron activistas.
Los rebeldes se llevaron cajas de municiones de la presa, en el norte del país y se anotaron la más reciente de una serie de victorias estratégicas para la oposición armada.
Los combatientes insurgentes superaron a las fuerzas del régimen y antes del amanecer capturaron la presa Tishrin, cerca del poblado de Manbij, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Rami Abdul-Rahman, quien encabeza esa organización, dijo que la presa provee de electricidad a varias zonas de Siria. “Este ha sido un golpe duro para el régimen”, dijo Abdul-
Rahman y explicó que la presa tiene una “ubicación estratégica” en el Éufrates, que fluye desde Turquía.