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No todos eligen el mismo camino a la hora de producirse y lookearse para acercarse al concepto de belleza que se han preconfigurado. Tampoco para todos la belleza se mide a través de los mismos cánones. Hoy en día muchas mujeres optan por pasar por el quirófano para verse más lindas.
Muchos artículos sobre medicina estética han comenzado a hablar de los implantes mamarios autólogos como la novedad. “Es lo que se viene”, “La cirugía estética del futuro”, “Un antes y un después en agrandamiento de los senos”, titulan algunos. Lo cierto es que esta intervención quirúrgica, realizada con el propio tejido graso del cuerpo de la paciente, no es tan novedosa ni da tan buenos resultados, al menos estéticamente, según dijeron a El Tribuno los médicos cirujanos Javier Vera Cucchiaro y Marta Graciela López Escotorín.
Vera Cucchiaro, miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica y ex presidente de la Sociedad Salteña de Cirugía Plástica y de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica del NOA, explicó por qué aún sigue siendo más recomendable el implante de gel de silicona. El médico indicó que es cierto que es poco probable que el organismo rechace este tipo de injerto, pero dijo también que el problema es que es muy difícil lograr con una sola cirugía el volumen que se obtiene con un implante de gel de silicona, en una sola intervención. “Además, en una mujer joven que viene a colocarse grasa primero hay que verificar que la mama esté un poco floja para que pueda ser distensible la piel. Se considera que deben haber entre dos y cuatro cirugías para tener un resultado similar al de un implante mamario, lo que implica también un mayor gasto. Las pacientes jóvenes son más demandantes de resultados estéticos que quizá una mujer de más de 50 años, que solo quiere quitarle flacidez a la mama. En una chica joven el injerto de grasa no es lo ideal”, dijo el profesional. “Para una mujer de entre 18 y 40 años, demandante de mayor resultado estético, el implante de silicona sigue siendo el soberano”, resumió.
López Escotorín coincidió. Los resultados estéticos difieren entre una u otra cirugía. La doctora también recomienda los implantes de silicona. “Ya hay más de 50 años de experiencia en el mercado que avalan este tipo de cirugías. En mis años de carrera jamás he tenido que cambiar un implante. Las pacientes que optan por la cirugía casi no presentan ningún tipo de complicación ni rechazo”, dice la doctora, quien además explicó que la colocación de implantes autólogos, en realidad, consiste en una cirugía más invasiva porque debe retirarse tejido adiposo de una parte del cuerpo que queda afectada, para luego colocarlo en otra, que también se resentirá hasta tanto haya cicatrización. “Pero también hay que decir que la paciente tiene, al colocarse tejido de su propio cuerpo, una posibilidad mucho mayor de asimilarlo y receptarlo mejor”.
Los "retoques" que ellas quieren
El agrandamiento de las mamas es la cirugía estética más frecuente a nivel mundial, le sigue la liposucción. Vera Cucchiaro comentó que desde la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica se están por hacer estadísticas al respecto, pero aún no hay cifras concretas. En Estados Unidos unas 350 mil pacientes al año se someten a esta cirugía. De ese número, el 80% lo hace por estética y el 20% por una cuestión reparadora.
López Escotorín comentó que muchas pacientes llegan al consultorio con la idea de colocarse implantes muy grandes. Dice que cada médico tiene su propio criterio, pero que ella opta por dialogar con la mujer sobre si es recomendable o no que se coloque determinado tamaño.
“A veces me tomo el atrevimiento de preguntar el estado civil de la paciente. Por lo general la mujer que está soltera quiere pechos más voluminosos que la que ya tiene una pareja estable. Luego, inquietudes hay un montón. Hay muchos mitos sobre el tema. La idea es asesorarla sobre qué implante se puede colocar, por dónde, la forma, pero lo más interesante es discutir con la paciente y llegar a un acuerdo.
Si la paciente quiere algo que es muy artificial o no es proporcional, es mejor no operarla porque luego no va a estar conforme con su cirugía. Creo que el paciente debe aceptar un asesoramiento médico”, resumió Vera Cucchiaro.