La enseñanza de educación sexual, especialmente en las escuelas secundarias de Salta, aún sigue sin impartirse a pleno, aunque se asegure que ya es parte de la currícula. Mientras tanto, los embarazos adolescentes no se detienen. Este año el Hospital Público Materno Infantil alertó que un 23% de las madres salteñas son adolescentes. A casi seis años de sancionada la ley 26.150 que obliga dar contenidos sobre sexualidad en el aula, se capacitó a 1.600 directivos; sin embargo, gran parte de los profesores admite que aún no sabe qué contenidos puede enseñar. Los planteos surgen tras las capacitaciones acotadas y la falta de lineamientos.
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La enseñanza de educación sexual, especialmente en las escuelas secundarias de Salta, aún sigue sin impartirse a pleno, aunque se asegure que ya es parte de la currícula. Mientras tanto, los embarazos adolescentes no se detienen. Este año el Hospital Público Materno Infantil alertó que un 23% de las madres salteñas son adolescentes. A casi seis años de sancionada la ley 26.150 que obliga dar contenidos sobre sexualidad en el aula, se capacitó a 1.600 directivos; sin embargo, gran parte de los profesores admite que aún no sabe qué contenidos puede enseñar. Los planteos surgen tras las capacitaciones acotadas y la falta de lineamientos.
Religión en el aula
Otra polémica que marcó el 2012 fue el fallo del juez Marcelo Domínguez contra la imposición de la materia Religión y los rezos católicos en las escuelas públicas. El amparo por discriminación había sido presentado por un grupo de padres salteños patrocinados por ADC (Asociación por los Derechos Civiles). En febrero pasado, Domínguez dispuso que cesen las medidas por las cuales se imponen prácticas católicas en las aulas públicas para todos los chicos y que se modifiquen los programas de Religión para favorecer la libertad de conciencia. En ese momento el Ministerio de Educación apeló la medida, pero comunicó a los docentes la obligación de acatar el fallo. Pese a la resolución, en las instituciones públicas, hay establecimientos y docentes que continúan haciendo rezar al niño a la entrada o la salida de clases.
La flexibilidad reñida con la calidad
La transición a la ley nacional de educación 26.026 aún no termina. Los cambios de formas de evaluar y de contenidos, especialmente en el nivel secundario, donde solo 5 de cada 10 se recibe en tiempo y forma, trastorna a los educadores. Muchos de ellos reniegan de las mil y una oportunidades que tienen que darle a un chico para aprobar. Por la obligatoriedad de la escolaridad secundaria, al parecer, el sistema está más flexible con la firme intención de engrosar las cifras de egresados. De calidad educativa ni hablar. Hace poco se conoció que en Salta 15 de cada 100 alumnos abandonan el secundario entre tercero y quinto año. Según estadísticas oficiales, en los tres primeros años de la secundaria el 11,25% repitió el año, y en cuarto y quinto, el 7,64%. En Salta, unos 800 niños de 20 escuelas de la Capital fueron promovidos “automáticamente” a segundo grado con el denominado “bloque pedagógico”. La medida nacional dio que hablar, sin embargo fue bien vista por los especialistas en educación que coincidieron en que “debe acompañarse con nuevas estrategias para estimular el aprendizaje”. De lo contrario se traslada el problema para más adelante.