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Los bancos privados entraron en la consonancia de las pequeñas y medianas empresas y prestarán este año $ 13.000 millones. Al Central aún le queda seguir pulseando en el mercado de capitales, luego de reformar su carta orgánica. La medida de apoyar el crédito a las pymes no les resultó fácil a los bancos, acostumbrados a que el costo del dinero esté destinado a ser pagado por grandes empresas.
Las entidades involucradas en el régimen que organizó el Banco Central, casi en forma obligatoria, debieron resolver muchos problemas. En plena coyuntura internacional desfavorable, explicaron los banqueros en varios círculos financieros, debieron salir a prestar y debieron acordar, para implementar la normativa. Ya pactaron el 89% de las líneas exigidas por el Central a principios de julio. Según el balance de las operaciones crediticias que realizó el Central, el resultado da que la mitad de los créditos tuvieron como destino una pyme.
Los más escépticos que esta medida de política monetaria se cumpla, hoy evalúan con otra mirada los hechos producidos. El cumplimiento por parte de los bancos, sirvió para poner un techo a las tasas de interés y el Central estudia, como forma de estimular el crecimiento pyme una segunda tanda de préstamos a empresarios.
El saldo que queda de todo esta movida financiera, hasta diciembre de 2012, es que las entidades financieras colocaron casi el 90% de los créditos que la política del Central les impuso hasta antes del 31 del corriente. El Central se encargó con mano estricta instrumentar a través del sistema financiero los créditos. Así es que hoy los bancos entraron en la operatoria como también aquellas entidades que se veían más rezagadas con estas líneas (y más alejadas de este segmento de negocios) y que habían manifestado serias dificultades para cumplir con la normativa. La resolución del Central que exigen los préstamos es la 5319.