Y un día Nilda Garré rompió el silencio por el cuestionado “Proyecto X”. La ministra de Seguridad realizó ayer una exposición ante la prensa en la que solo contestó tres preguntas y dejó más dudas que certezas en torno al sistema de espionaje, que la funcionaria negó rotundamente.
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Y un día Nilda Garré rompió el silencio por el cuestionado “Proyecto X”. La ministra de Seguridad realizó ayer una exposición ante la prensa en la que solo contestó tres preguntas y dejó más dudas que certezas en torno al sistema de espionaje, que la funcionaria negó rotundamente.
Las contradicciones con la realidad fueron variadas. En el breve encuentro que mantuvo con los medios nacionales en la sede de la cartera que lidera, Garré afirmó que este sistema contiene “información de causas judiciales de delitos complejos” pero descartó que figuren “datos de dirigentes políticos, sindicales, sociales, religiosos ni periodistas”.
Sin embargo, documentos oficiales comprueban la existencia de una base de datos que revelan las posiciones políticas de dirigentes, sus movimientos bancarios, llamadas telefónicas, horarios de trabajos, contacto con familiares, amigos, etc. Cabe recordar que el juez Norberto Oyarbide había solicitado informes a la Gendarmería sobre el contenido de la denuncia presentada por Darío Javier Hermosilla y Nidia Lorena Gentile, delegados de Kraft; Leonardo Norniella, delegado de Pepsico Snacks, y diversos organismos defensores de los derechos humanos, entre ellos Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora.
En otro tramo de la exposición, Garré afirmó que el denominado Proyecto X “no se utilizó nunca en intervenciones de Gendarmería en manifestaciones sociales”, y remarcó que “tiene otra finalidad y otros usos”. Reconocidas son las imágenes que trascendieron a través de diversos canales de televisión porteños en los que se puede visualizar la intervención de civiles infiltrados entre los activistas que filman y fotografían a participantes de las protestas, realizando planos cortos sobre diversos dirigentes de organizaciones sociales.
La funcionaria nacional, un tanto nerviosa, aseguró que “en 285 causas solicitaron el Proyecto X”, y que “el servidor está instalado en el Edificio Centinela”. “Es un sistema informático de inteligencia criminal, es un software”, dijo. En este sentido, indicó que “fue requerido por jueces más de 200 veces”, y “es tan conocido que es solicitado por su nombre original”, explicó. Pese a esta supuesta “aceptación” de la que Garré hizo gala, la primera denuncia sobre este sistema se conoció el 22 de noviembre del año pasado y poco después de trascender el caso en diversos medios periodísticos, la ministra encabezó una purga de 19 comandantes en Gendarmería.
Extraño resulta que a más de una semana de darse a conocer a través de los medios el Proyecto X, la titular de la cartera de Seguridad y demás funcionarios del Gabinete nacional optaran por el silencio, cuando ayer Garré le restó importancia al “sistema informático de inteligencia criminal para la investigación de delitos complejos que funciona bajo la órbita de la Gendarmería”.
A su vez, en su esfuerzo por disminuir la importancia del polémico programa, afirmó que “entró en vigencia en 2002, durante el gobierno de Eduardo Duhalde, y en la actualidad ya casi está en desuso”.
También resultan llamativas las declaraciones del senador nacional Aníbal Fernández. Según palabras de Nilda Garré, el Proyecto X nació cuando Miguel Angel Thoma era secretario de Seguridad y fue durante la gestión del mismo Aníbal Fernández como ministro cuando se inició la etapa de actualización.
Sin embargo, días atrás, el actual senador nacional por la provincia de Buenos Aires había desconocido su existencia.