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Luego de las masivas protestas estudiantiles realizadas en Chile durante el año pasado en reclamo de una educación pública, gratuita y de calidad, las calles de Santiago fueron tomadas ayer otra vez por los estudiantes -esta vez los secundarios-, quienes fueron violentamente dispersados por la Policía.
La de ayer fue la primera marcha estudiantil del año contra el gobierno de Sebastián Piñera y retomó los reclamos iniciados por los estudiantes en mayo de 2011.
La protesta de los miles de estudiantes secundarios fue reprimida ferozmente por la Policía. Los alumnos se habían congregado frente al Ministerio de Educación, al lado del palacio presidencial, para exigir que unos 200 alumnos, virtualmente expulsados por participar en las protestas del año pasado, puedan retornar a sus escuelas.
La mayoría de los estudiantes que quedaron sin matrículas estudiaban en escuelas de la elegante comuna de Providencia, cuyo alcalde, Cristián Labbé -un coronel retirado que fue ministro del exdictador Augusto Pinochet y perteneció a los servicios represivos-, se opuso a que siguieran en los colegios que tiene a su cargo.
Los incidentes
Los jóvenes, que fueron apoyados por algunas decenas de universitarios, empezaron a congregarse frente a la sede ministerial, en la avenida más importante de la ciudad, y sin mediar provocación, la Policía empezó a dispersarlos con gruesos chorros de agua y gases lacrimógenos.
Horas antes, otra manifestación de los adolescentes también había sido dispersada. La Policía entró en acción cuando algunos centenares de jóvenes sobrepasaron la barrera policial e intentaron caminar unas doce cuadras por la Alameda, la avenida principal, hasta el Ministerio de Educación.
“El Gobierno nos da una señal clara de que está intransigente, pero somos bastante fuertes, sabemos que somos poderosos, el Gobierno nos tiene miedo, nos han golpeado y reprimido y con suerte nuestros compañeros tenían mochilas y lápices”, dijo el dirigente Maximiliano Salas,
Salas precisó que entre 5.000 y 7.000 jóvenes participaron en la protesta, mientras el comandante de la Policía, Roberto Saldivia, aportó que se habían manifestado 2.000 jóvenes y que habían sido detenidos 50.