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El régimen de Bashar al Asad sigue cobrando víctimas fatales. Al menos 27 personas murieron y otras 140 resultaron heridas, en atentados con explosivos registrados ayer en Damasco, según informó el ministro de Sanidad sirio.
El funcionario de salud, Wael al Halki, explicó que “varios civiles y personal de seguridad murieron en las detonaciones terroristas”.
Una de las explosiones se produjo en la rotonda de la Aduana, en Damasco, contra la sede del Departamento Seguridad Criminal.
El otro se perpetró contra la Dirección de Inteligencia Aérea, situada en la región que une la calle Bagdad y el barrio de Kassaa.
Toda la fachada del primer edificio quedó destruida, según atestiguan las fotografías publicadas por una agencia oficial de noticias en su página web. Estas fotos muestran también a víctimas en medio de charcos de sangre en el suelo y varios vehículos destrozados. En las imágenes se puede ver a personas recibiendo asistencia médica en el lugar.
“Escuchamos dos fuertes explosiones y después el sonido de ambulancias”, explicó un habitante de Damasco por teléfono.
“Oímos una fuerte explosión. En el mismo instante reventaron las puertas de nuestra casa, aunque estamos a cierta distancia del lugar de la explosión”, explicó un anciano en declaraciones a Siria TV. Por el momento, ningún grupo se reivindicó esta acción, pero Al Qaeda hizo recientemente un llamamiento a apoyar a los rebeldes sirios. El atentado tiene similitudes con anteriores ataques, como el del doble coche bomba contra la sede de la seguridad estatal en Damasco, donde murieron 44 personas.