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La confianza tras la goleada sobre Deportivo Merlo quedó atrás y River, en un escenario complicado, no hizo pie en los primeros minutos. El equipo de Matías Almeyda no logró hacerse dueño del balón y Gimnasia La Plata, con poco, lo manejó con más ímpetu que ideas.
El partido fue intenso, con chances parejas para ambos y con dos tiempos disímiles: el lobo estuvo más cerca en la primera etapa y millonario, en la segunda, en especial, cuando el local quedó con un jugador menos por la expulsión de Goux.
Gimnasia tomó el partido como una final y salió a ganarlo desde el primer minuto. Y casi acierta un pleno en el arranque, cuando Goux, de cabeza, aprovechó una jugada de pelota parada y superó la estirada de Roberto Vega, pero la acción fue anulada porque el zaguero estaba ligeramente adelantado.
Esa jugada fue un toque de atención para el equipo de Matías Almeyda, que a partir de allí jugó más concentrado y casi abre el marcador con una palomita de David Trezeguet, apenas desviada.
En el segundo tiempo, River se adelantó en el terreno y mostró su potencial ofensivo pero la defensa de Gimnasia respondió y sobre la hora apareció el arquero Fernando Monetti con una tapada fenomenal para ahogarle el grito de gol a Martín Aguirre, lo que le dio justicia al marcador de un partido atractivo e intenso que mereció un par de goles.
Con esta igualdad, el millonario alcanzó a Instituto en lo más alto del torneo, pero con un partido menos.