¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
26 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Orden y progreso en Brasil

Viernes, 13 de abril de 2012 12:44
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El pasado 3 de abril el Gobierno de Brasil anunció un plan para lograr mejorar los precios de los productos fabricados en su territorio con el objeto de:
a) proteger su industria nacional,
b) aumentar su comercio exterior en el marco de la crisis de la eurozona y
c) mejorar la competitividad de su moneda -el real- después de que su valor aumentara respecto del dólar, (en marzo un dólar costaba 1,77 reales y en abril, 1,83). A este fenómeno se lo conoce con el nombre de apreciación del real.
Para evitar que siga decayendo la actividad económica en el país, la presidenta Dilma Rousseff adoptó medidas que incluyen exenciones impositivas, mayores créditos con tasas bajas de interés, controles a las importaciones y un nuevo régimen tributario para el sector automotriz.
El Tesoro Nacional traspasó 45.000 millones de reales al Banco de Desarrollo Económico y Social (BNDES), que representa el 70% del paquete de medidas anunciadas. Desde lo económico, este es el importe más significativo del total de acciones prometidas.
 

Cero aportes patronales
 

Pero lo sorprendente e innovador de estos anuncios es la reducción a cero de los aportes patronales que tendrían que pagar por sus empleados las empresas cuyas actividades están incluidas en un total de quince sectores que le interesa al Gobierno incentivar. En la lista se encuentran la industria de autopartes, calzados, textil, aeroespacial y bienes de capital, entre otros. La medida se implementará en los próximos 90 días.
Las empresas beneficiadas con la exención de los aportes patronales del 20% deberán pagar para contribuir con la previsión social una alícuota sobre la facturación bruta del 1% para las industrias y del 2% para las prestadoras de servicios.
Otras medidas también anunciadas es el aumento en las alícuotas del impuesto a la seguridad social y la contribución financiera a la seguridad social de las importaciones, mientras que las exportaciones quedaron exentas de estos gravámenes.
Las exenciones anunciadas y la forma de implementarlas se interpreta como una devaluación; es decir, sin llegar a tocar el valor del dólar, los costos internos de producir bienes y servicios destinados a la exportación disminuirán.
El objetivo de estas medidas es lograr en los próximos tres años un crecimiento promedio del 4,7% anual del producto bruto interno (PBI). También se busca aumentar las inversiones del actual nivel del 19% al 24% del PBI.
 

Y los industriales, argentinos?
 

La mayoría de nuestros empresarios -que aceptan y están convencidos de que en nuestro país se mantendrán los controles a las importaciones-, teniendo además un tratamiento especial con los sectores más sensibles de nuestra sociedad, opinó que es importante que nuestro socio estratégico del Mercosur “mantenga los niveles de actividad altos”. Interpretan que si disminuye la actividad económica en Brasil, dejarán de comprar productos en Argentina.
El presidente de la Unión Industrial Argentina, José Ignacio de Mendiguren, dijo que le parecen positivas las medidas, siempre y cuando Brasil no nos invada con sus productos en perjuicio de nuestra industria.
Si analizamos estas medidas desde lo económico, observamos que Brasil atraerá mayores inversiones después de implementar las medidas anunciadas y, por supuesto, será más interesante para cualquier inversor instalarse en el vecino país, dejando de lado otros estados latinoamericanos, incluida la Argentina.
 

Qué pasará en Argentina
 

En realidad la opinión generalizada de los analistas es que estas medidas no cambiarán en mucho el comercio bilateral de Argentina con Brasil y que el déficit comercial de nuestro país (mayores importaciones que exportaciones) -cercano a los 6.000 millones de dólares- no se modificará significativamente.
Un sector sensible como el textil también opinó que las medidas implementadas en el vecino país no los perjudicarán demasiado, haciendo mención al refuerzo en el control de importaciones implementadas en nuestro país desde febrero. Es más, consideran que en igualdad de condiciones, argentinos y brasileños pueden llegar a hacer negocios juntos, pero es muy difícil ser competitivos con los productos de China.
 

Puntos sensibles
 

Existen varios temas sensibles en la relación comercial con Brasil, pero el más significativo es el creciente déficit comercial bilateral que tenemos (5.800 millones de dólares). Es en esto que se debe trabajar no para frenar las importaciones, sino para aumentar nuestras exportaciones al vecino país.
En el marco de la avanzada del Gobierno nacional y las provincias productoras de petróleo contra YPF, causó sorpresa entre los directivos de Petrobras, la empresa de nuestro principal socio comercial, la decisión del Gobierno de la Provincia de Neuquén de rescindir el contrato que tenía firmado con esta empresa y que vencía en 2027.
Es evidente que en cualquier relación comercial existen problemas, ya sean de competencia, precios, financiación, aranceles, transportes, protección de la industria local, etc. Se podría seguir mencionando potenciales puntos de conflicto, pero lo que entiendo que se debe hacer son buenos acuerdos bilaterales que convengan a ambas partes. ¿Será tan difícil ponernos de acuerdo?
Con estas medidas anunciadas el Gobierno brasileño resignará ingresos para incentivar y reactivar la actividad económica. La idea de disminuir a cero los aportes patronales mejorará y blanqueará las relaciones laborales. Sería bueno que nuestros gobernantes puedan implementarlo en Argentina, o tendremos que preguntarles: “¿Por qué no?”.
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD