inicia sesión o regístrate.
El partido del presidente boliviano, Evo Morales, acusó ayer a la oposición de conspirar para dar un golpe en medio de los conflictos sociales que llevan siete semanas, lo cual rechazaron los opositores, para quienes el culpable es el propio Gobierno al no solucionar los problemas.
La senadora del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS), Sandra Soriano, dijo que esa fuerza considera que las protestas son fomentadas y financiadas por la oposición. Las movilizaciones sociales están amparadas por la Constitución, pero “los desbordes, el vandalismo, los ataques” a instituciones del Estado ya no plantean una reivindicación, “sino buscan una situación de desestabilización” con fines golpistas.
El jefe de los diputados del MAS, Roberto Rojas, dijo que el objetivo de las protestas “es hacer un ensayo” de golpe y que las cargas de dinamita que esta semana hicieron estallar los manifestantes alrededor del palacio presidencial “no son casuales”.
“Quieren ingresar a la plaza Murillo y hacer un golpe de Estado”, agregó, sobre el lugar donde están ese Palacio y el del Parlamento.
También manifestó que el apoyo financiero que otorga el partido opositor Movimiento Sin Miedo, exaliado de Morales, a una marcha de indígenas amazónicos que defienden un parque natural, es la prueba de que hay un “plan golpista”.
Morales ha acusado varias veces a opositores y a Estados Unidos de conspirar para derrocarlo, como en 2008 cuando expulsó al embajador de ese país Philip Goldberg, tras acusarlo de ser parte de un complot en alianza con dirigentes opositores.