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El precio de la hoja de coca se dispara en Bolivia y eso, de manera indefectible, afectará al norte de Argentina, donde hay muchos "coqueros" y un gran comercio montado en torno al cultivo ancestral.
Se puede llegar a decir, entonces, que el mes de la Pachamama se viene con subas que seguramente impactarán durante el fin de semana en nuestro territorio.
¿Los motivos? Son muchos; siempre hay buenas excusas para subir el precio de la hoja de coca. Pero esta vez, el principal argumento es la escasez de combustible que está experimentando el país andino.
"Los comerciantes sostienen que la escasez de carburantes ha encarecido los costos logísticos, especialmente el transporte desde las Yungas hasta los centros de abasto. Este factor, sumado a una menor oferta, estaría presionando los precios al alza en los mercados urbanos", informó Lionel Suárez Quiroga, periodista del diario El País de Tarija.
"La hoja de coca, símbolo cultural ancestral y cultivo característico de Bolivia, atraviesa un momento inusual: su precio ha alcanzado niveles récord", afirma el redactor andino.
En diálogo con El Tribuno, Suárez Quiroga explicó que "en el Mercado Campesino de Tarija las 100 libras de coca varían entre los 3.400 y los 3.600 pesos bolivianos"; hablamos de valores mayoristas.
El camino para sacar el valor que luego llega a la frontera de Aguas Blancas en pesos argentinos es el siguiente: tomamos los 3.400 pesos bolivianos y los multiplicamos por los 45 kilos que representan las 100 libras. Esa medida se usa en Bolivia, la cual también se denomina "tacho", porque es el tacho de 50 litros de metal donde tienen la coca las vendedoras bolivianas y en el cual caben las 100 libras. Al convertirlas en kilos, dan unos 45 aproximadamente. Ahora bien, al cambio oficial de pesos bolivianos por argentinos, esa cantidad de dinero por los 45 kilos da un resultado de unos 640.000 pesos argentinos, aproximadamente.
Si dividimos esos pesos argentinos por los 45 kilos, da un valor de 14.000 pesos; es decir, que el cuarto queda en 3.500 pesos argentinos.
Volvemos a reiterar: hablamos de precios por mayor, del lado boliviano de la frontera.
Minorista
Según el diario boliviano, lo significativo es la suba en el mercado minorista. "En los mercados de Tarija, una libra de hoja de coca mediana que antes costaba 60 bolivianos ahora supera los 90, y la de mayor calidad puede llegar hasta 115 pesos bolivianos. ¿A qué se debe este incremento? Las versiones difieren entre comerciantes, productores y autoridades gubernamentales", dijo Suárez Quiroga.
Habla de un aumento del 30 por ciento en un mes. De pronto, Bolivia adquiere las mismas estrategias inflacionarias que Argentina. A menos de 20 días de las elecciones presidenciales, todo aumenta. También se argumenta que, por la falta de combustible, suben los precios por la logística; sin embargo, la crisis de hidrocarburos viene desde hace un par de años. El Gobierno boliviano, por otro lado, sale a "tirar la pelota fuera de la cancha", diciendo que la escalada de precios es un efecto directo de las labores de erradicación de cultivos excedentarios, especialmente en zonas no autorizadas.
Según el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas boliviano, Jaime Mamani, la subida de precio "es producto de una estrategia bien implementada", por lo que destacó que en la presente gestión "se logró avanzar en la erradicación de cultivos ilegales sin pérdidas de vidas humanas ni el uso de agentes químicos".
Comerciantes bolivianos sostienen que la escasez de combustibles ha encarecido los costos logísticos del transporte desde las Yungas.
Por supuesto que en los mercados nadie le cree, o todos saben que el que pone el precio es la oferta y la demanda, que en muchos casos está influenciada por especuladores y por las previsiones para el futuro próximo.
Esa libra de hojas de coca —es decir, casi medio kilo— que en junio de este mismo año, en Tarija y un poco más en la frontera, costaba 60 bolivianos, unos 11.200 argentinos (5.600 pesos), hoy vale 90 pesos bolivianos, es decir, unos 8.500 pesos argentinos.
Esas subas no tardarán en impactar en suelo argentino, que por ahora se mantiene estable como casi nunca. Según Suárez Quiroga, este fin de semana se espera que las subas que se vienen dando impacten en el sur boliviano y en la frontera norte argentina. Es decir, que el mes de la Pacha llega con subas en los precios de la coca.
Desde Orán, al día de hoy, nos informa el artista Riqui Zarra que, en el mercado minorista, él compra el cuarto de coca a valores de entre 6.000 y 7.000 pesos. En la ciudad de Salta, en la zona de Cofruthos, cuesta entre 6.500 y 8.000 pesos el cuarto.
El cultivo de coca es símbolo de la cosmovisión andina
El Informe Mundial más reciente sobre Drogas 2025, elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), reporta que Bolivia mantiene una superficie estable de 31.000 hectáreas de cultivos de coca, representando alrededor del 8 % del total mundial.
Aunque no se han detectado aumentos importantes, sí se alerta sobre varios desafíos: Persistencia de cultivos en parques nacionales y áreas protegidas; limitada capacidad de erradicación en zonas conflictivas; y tensión social en regiones productoras.
Según los comerciantes la hoja de coca preferida de los coqueros, es la que se produce en la zona de Yungas. "La del Trópico se va a otros fines, eso todos lo saben", aseguran.
El reporte destaca que en 2023 se erradicaron 10.302 hectáreas de coca, apenas un 0,4 % más que en 2022. De ellas, más de mil se encontraban dentro de áreas de conservación ecológica, como los parques Carrasco, Madidi, Amboró y Apolobamba.
A nivel regional, la producción de cocaína batió récords con un incremento del 34% global. Aunque Bolivia no es el principal impulsor de este crecimiento, la ONU advierte que los controles actuales no son suficientes para contener el avance del narcotráfico en el Cono Sur.
Cabe señalar que la hoja de coca sigue siendo, legalmente y culturalmente, un símbolo de identidad boliviana. Amparado por la Constitución Política del Estado y la Ley General de la Coca, el país ha solicitado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) una revisión sobre su clasificación internacional. El objetivo es diferenciar la coca de la cocaína y legitimar su uso tradicional.
Los tres países principales que cultivan coca son Colombia, Perú y Bolivia. Estas naciones andinas son conocidas por su producción de coca, que se utiliza tanto para usos tradicionales como para la producción ilícita de cocaína.
Bolivia ocupa el tercer lugar mundial en superficie de cultivo de coca. El país andino mantiene su política de "coca sí, cocaína no". No obstante, la comunidad internacional exige mayor rigurosidad en la erradicación de cultivos excedentarios y el fortalecimiento de programas de desarrollo alternativo para las comunidades cocaleras. También preocupan los daños ambientales asociados a la deforestación y los reportes de corrupción en las fuerzas antidrogas.