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Cada manta cobijará un sueño, entibiará una vida y parchará un hueco en el amoroso intento por recomponer nuestro deteriorado tejido social. Tejer para abrigar es una idea sencilla y solidaria que tiene espacio para todas las voluntades que quieran sumarse. Solo hay que tener agujas, lana, conocimiento de puntos básicos y ganas de tejer cuadrados de diez por diez centímetros. Quienes por algún motivo no tejan, pueden participar de esta obra enviando lana o manta polar al grupo de tejedoras, sabiamente guiado por Mirta Sara Gurevech.
Los cuadros tejidos pueden ser de cualquier color y tipo de lana; a dos agujas o al crochet. Cada uno será parte indispensable de un proyecto mayor: la manta que abrigará los fríos del cuerpo (y del alma también), para darles a muchos niños una cálida bienvenida al mundo.
“Te abrigo” es la campaña de “Salta teje y abriga”, que este mes cumple dos años y ya entregó más de 2.300 mantas en toda la provincia.
Mirta Gurevech comentó: “Comenzamos este año a hacer mantitas de polar también porque no damos abasto con las necesidades enormes que hay. El polar que nos puedan donar sirve de mucho porque es rápido de trabajar y solo se tejen los bordes para dar terminación”.
Agregó que “todas las mantas que hacemos son para cunas de bebés recién nacidos. Se las llevan las mamás cuando se van del hospital y esa manta abriga al bebé hasta el año”.
Sobre las necesidades que observa en los viajes al interior, comentó: “Me sigue sorprendiendo la pobreza. Estuvimos en Pichanal en mayo y las necesidades asombran. Volvimos con el alma en la mano porque nunca se ayuda lo suficiente. Siempre hay que reponer”.
Señaló que “este es un engranaje que funciona mucho y no puede ni tiene que parar. Necesitamos más polar, más lana y más manos”.
Tejer es una tarea noble que hace bien al que recibe y al que da. “Hay muchas voluntarias con discapacidades, con problemas anímicos profundos, y reconocen que tejer para ayudar las está salvando. Incluso hay colegios que se sumaron a esta tarea solidaria y siempre necesitamos más amor y más voluntades para este plan, que crece porque cada día nacen niños que necesitan abrigo”.
Voluntaria tejedora
Sara Delgado, tejedora voluntaria, dio su testimonio: “Tejer hace bien. Conozco personas que aprendieron a tejer para aportar cuadrados, otras que tejen mientras viajan en colectivo. Realmente emociona escuchar y ver tanto esfuerzo entregado a una obra tangible, sin burocracia ni lucro. Tejer cuadraditos nos llena de nobles sentimientos, por lo que significará al unirse con otros. Mientras tejo pasan por mi mente mamás que llevan en brazos a niños sin abrigo, mujeres a quienes el parto sorprende sin nada y otras que dejan muy temprano a sus niños en centros maternales para ir a trabajar. Cuando tejo advierto lo mucho que puedo hacer por saldar mi parte de la deuda con la humanidad, que todos tenemos”.
Teléfonos para sumar manos y para donaciones
En esta red de mujeres y varones que lanzan sus hebras solidarias para tejer un futuro más cálido, Mirta Gurevech es, en Salta, quién distribuye el trabajo, las lanas, teje, arma las mantas, organiza a los voluntarios, hasta enseña a tejer y organiza mateadas de camaradería. Se necesitan voluntades, manta polar, lana, mejor si son cuadraditos de 10x10 centímetros tejidos, puchos de lana para unir los cuadraditos. Para ayudar, comunicarse con Mirta al 0387-4363298 ó al 154520120; con Fernanda al 0387-
155349956; con María al 4232618; con Sara al 0387-154037286; o con Lía Uriburu en la guardia del primer piso del Nuevo hospital Materno Infantil de Salta; o llevar materiales al bar que está en la calle Sarmiento 1.069. El mail de Mirta es [email protected]
Todo será bienvenido y abrigará.