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Leonardo Sarmiento sobrevivió a la tragedia de Once donde murieron 51 personas. Es padre de una nena de 4 años, que debido a las tremendas secuelas físicas y psíquicas que le dejó la tragedia, no logra volver a trabajar. Su situación económica es desesperante y el Estado no lo ayuda. “Me parte el alma no poder comprarle leche a mi nena”, señaló.
A cinco meses del accidente ferroviario que terminó con la vida de 51 personas, son varios los pasajeros que siguen luchando y penando contra tremendas heridas que les dejó esa pesadilla. Muchos de ellos no consiguen recomponer sus vidas debido a las graves heridas que quedaron en sus cuerpos.
Uno de los casos es el de Leonardo Sarmiento, un joven de 30 años, padre de una nena de 4, que cuenta únicamente con la ayuda laboral de su mujer.
Angustiadísimo, Leonardo aseguró que “necesito ayuda. Estoy mejorando de a poco, pero tengo que usar muletas fuera de mi casa y me es imposible hacer esfuerzo físico”, explicó el joven quien antes de la tragedia realizaba trabajos de plomería, albañilería y electricidad en varias obras de Capital y alrededores.
Sarmiento estuvo dos meses internado en el Hospital Santojanni, a donde llegó con fractura de pelvis, una oreja amputada y sus dos piernas aplastadas. “Desde que intervinieron TBA me dejaron de pagar los remedios que necesitaba para parar los terribles dolores en las piernas. Como no puedo trabajar, no me alcanza la plata para mantener a mi familia. Me parte el alma no poder comprarle leche a mi nena de cuatro años. Quiero volver a trabajar cuanto antes. Mi mujer hace lo que puede, pero un sueldo no nos alcanza. Necesitamos que el Estado nos ayude económicamente”.
El joven será operado de los ligamentos de su rodilla en dos semanas y espera que ese sea el comienzo de su recuperación. “Todo lo que viví fue un horror. Tengo problemas para dormir por los recueros de la tragedia. Nunca lo voy a olvidar. Estamos mal, algunas veces tenemos para comer y otras no”.
“Les puedo asegurar que no tenemos ayuda de nadie, sólo de amigos”, y contó que el abogado que los representaba ”no apareció más, se fue a la mierda y nunca más nos hizo un llamado”, y desmintió que estén cobrando dinero para aparecer en los medios.