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Familiares de las víctimas de la llamada tragedia de Once realizaron en la tarde de ayer un acto en reclamo de justicia, frente a la estación ferroviaria de la localidad de Ramos Mejía, a cinco meses del accidente ferroviario que dejó un saldo de 51 personas fallecidas y más de 700 heridos.
El evento tuvo lugar a partir de las 14 en la plaza de Ramos Mejía, frente a la estación de trenes. Allí, reiteraron los términos de la “campaña de 500.000 caras por justicia”.
El acto fue organizado por la familia de Carlos Garbuio y contó con la adhesión de todos los familiares de los 51 pasajeros fallecidos cuando un tren de la línea Sarmiento chocó contra la estación ferroviaria del barrio porteño de Once.
El evento finalizó pasadas las 17, con una suelta de globos en memoria de los fallecidos.
El 22 de febrero pasado un tren que venía de Moreno no pudo detener su marcha cuando entraba a la terminal de trenes de Once y chocó contra los paragolpes de la misma. A raíz del fuerte impacto, los tres primeros vagones de la formación resultaron gravemente dañados. Cientos de pasajeros quedaron atrapados entre los hierros retorcidos y tuvieron que ser rescatados por bomberos, policías y personal del SAME.
Críticas al juez Bonadío
El abogado de familiares de víctimas de la tragedia de Once, Gregorio Dalbón, dijo ayer que el juez Claudio Bonadío “tiene todo para resolver” la causa, pero advirtió que “todavía no tiene la orden” porque en la Justicia Federal “cuando tienen todo llaman por teléfono a la Casa Rosada”.
“Bonadío no va para adelante, lo único que le gusta es patotear a la gente, patotear las causas, se cree dueño de la verdad”, expresó el abogado y consideró que el magistrado “tiene que procesar a todos, a cada uno por su actividad”.