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A diez días del hallazgo de los cuerpos de Yanina Nesch (16) y María Luján Peñalva (19), colgando del cuello, en un descampado a escasos metros del río Ancho, los padres de Luján se presentaron ayer ante el juez de Instrucción Formal 3, Pablo Farah, a cargo de la causa, y en declaración testimonial, se formularon infinidad de interrogantes a los largo de las cinco horas que duró la audiencia.
La familia de Luján se muestra traspasada por el dolor y no encuentra respuestas para la tragedia que les toca sufrir.
Gustavo Peñalva, el padre, quien veía al mundo por los ojos de su hija, se extendió en su testimonio, planteó sus dudas, su desconcierto y su pedido de que todo lo ocurrido en ese trágico fin de semana salga a la luz.
En ningún momento, ni él ni su esposa, formularon acusaciones contra nadie ni plantearon expresamente la hipótesis de un eventual homicidio. Los padres no hablaron con la prensa, como no lo hicieron nunca desde ese lunes 16 de julio.
Solamente una tía de Luján, Marisa Peñalva, expresó: “Estamos acá porque seguimos creyendo que se trató de un doble homicidio. Por favor, ustedes (por los medios presentes) no dejen que este caso quede archivado. Queremos agotar hasta las últimas instancias”, declaró.
En medio de la entrevista, el padre de la chica, Gustavo Peñalva, interrumpió a su hermana: “No hables más con la prensa”.
Para hoy está previsto la testimonial de los padres de Yanina, quienes parecen más resignados a la hipótesis del doble suicidio.
Ayer, el juez ordenó que la próxima semana se realicen los estudios psicológicos con las familias para reconstruir la personalidad y el estado anímico de ambas adolescentes.
Fuentes judiciales confirmaron a El Tribuno la reconstrucción virtual sobre las últimas horas de las víctimas, que ya se encuentra en ejecución en el Cuerpo de Investigadores Fiscales del Ministerio Público.