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El desastre nuclear ocurrido el año pasado en la planta de Fukushima fue responsabilidad “del ser humano” y no del terremoto y el tsunami que azotaron Japón, según las conclusiones presentadas ayer por una comisión de investigación independiente nombrada por el Gobierno.
La comisión critica duramente al Gobierno, a los organismos de supervisión y a la empresa operadora de la planta nuclear, Tokyo Electric Power Co (TEPCO), al considerar que era algo previsible y evitable.
Los seis reactores de la central nuclear de Fukushima Daiichi resultaron muy dañados luego del terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo de 2011, que afectó los sistemas de refrigeración de los reactores, dando lugar a fusiones y a la liberación de radiactividad.
Ante esta situación, decenas de miles de personas fueron evacuadas de la zona de exclusión alrededor de la planta nuclear y muchas de ellas aún no pudieron regresar a sus hogares.
Los hechos se iniciaron por el terremoto y tsunami, pero no por eso el accidente en Fukushima puede ser considerado una catástrofe natural. “Fue un grave desastre causado por el ser humano”, señala el informe.
Reaccionaron tarde y mal
Además, sus consecuencias podrían haber sido reducidas de haberse tomado medidas más eficaces una vez ocurrido el desastre.
El peor accidente nuclear desde Chernobyl “fue el resultado de la combinación de actos del Gobierno, los reguladores y TEPCO, así como la falta de gerencia de las partes”, consideraron los investigadores.
Según el informe, el Gobierno y la empresa fracasaron a la hora de desarrollar “los requerimientos de seguridad más básicos” y “traicionaron el derecho de la nación a estar segura ante los accidentes nucleares”.
Hubo hasta tres fusiones del núcleo en la planta de Fukushima Daiichi y decenas de miles de personas tuvieron que ser evacuadas. Desde entonces no han podido regresar a sus hogares.
Las causas directas del accidente eran todas previsibles antes del 11 de marzo y la planta era “incapaz de resistir el terremoto y el tsunami”, señala el informe.
Entre las medidas que las autoridades no previeron se incluyen el cálculo sobre las probabilidades de daños, preparativos para contener posibles efectos colaterales de un desastre y el desarrollo de planes de evacuación. La comisión, presidida por Kiyoshi Kurokawa, expresidente del Consejo de Ciencias de Japón, estuvo compuesta por médicos, científicos, sismólogos y empresarios.