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Una mujer, identificada como Miriam Izaguirre (46), fue detenida el jueves a la noche, acusada de practicar abortos clandestinos en su vivienda, ubicada en la zona sur de la capital salteña.
Luego de tareas investigativas, a partir de dos casos de menores que llegaron al Nuevo Hospital Del Milagro con severas complicaciones generadas por infecciones posabortivas, efectivos de la comisaría 10 irrumpieron en el domicilio de la sospechosa, ubicado sobre la avenida Ex Combatientes de Malvinas al 3800, mediante una orden judicial, y realizaron un allanamiento durante el cual secuestraron elementos relacionados a prácticas ginecológicas clandestinas.
Los uniformados arribaron en dos camionetas y el operativo se inició alrededor de las 16 y se extendió hasta las 22. En el inmueble, se incautaron medicamentos, jeringas, tubos de oxígeno y otros objetos. Aparentemente en el lugar funcionaba una precaria y pequeña clínica de abortos.
La División Criminalística documentó fílmica y fotográficamente el lugar.
El caso está en manos del ministerio Público y actuó el auxiliar Luis Medina, informó la Policía.
La sospechosa se encontraba en su casa al momento del operativo y quedó detenida. Se mostró sorprendida ante la presencia policial y justificó la existencia de elementos médicos en su casa argumentando “padezco de asma y los necesito”.
La causa está caratulada como “supuestos abortos”.
El sumario ingresó ayer, por la mañana, al Juzgado. La detenida debía declarar ayer al mediodía en la Ciudad Judicial.
Menores en riesgo
Fuentes policiales explicaron que la investigación se originó en la madrugada del jueves, cuando personal del Nuevo Hospital Del Milagro advirtió sobre el caso de una adolescente de 13 años que presentaba un cuadro de aborto. Se buscaba establecer si se trataba de un hecho espontáneo o inducido. Por tal motivo, la Policía contactó a la madre de la pequeña, quien expresó que había llevado a su hija al hospital porque se sentía mal, pero que ignoraba lo que le había sucedido.
La chica confesó haberse sometido a una práctica ilegal y dio los datos de la clínica clandestina y de Izaguirre.
En tanto, se descubrió que las víctimas eran dos, ya que otra chica, de 15 años, había llegado al nosocomio solicitando auxilio, comprobándose que su caso era idéntico al de la jovencita de 13 años.
“La más chica es la que se encontraba con mayores riesgos y quedó internada. Su madre radicó la denuncia correspondiente”, dijo uno de los investigadores.
“Apenas tomamos conocimiento nos movilizamos. Afortunadamente se concretó el procedimiento con resultados positivos. Pero las averiguaciones continúan”, explicó.
Culto satánico
Los policías que participaron del procedimiento se mostraron sorprendidos, ya que en el interior del inmueble encontraron innumerables imágenes de San la Muerte, una deidad reverenciada por los que escapan de la ley.
Su veneración está considerada un culto pagano por la Iglesia católica y se la asocia a la brujería.
Los portadores del amuleto de San la Muerte, como figurillas y estampitas, creen ser invulnerables a las desgracias y males y creen que les traerá buena fortuna y amor.
La creencia popular se basa en colocarle velas, pedirle rezando al santo, escribirle oraciones y a cambio hacerle una ofrenda con golosinas, whisky, cigarrillos o flores.
“Encontramos tubos de oxígeno, medicamentos y jeringas. Pero nos llamó mucho la atención ver tantas cosas relacionadas a este extraño santo”, dijo un sabueso.
Por jurisdicción, ya que la casa de Izaguirre se halla en el ámbito de acción de la comisaría 7 del barrio El Tribuno, deberían haber actuado oficiales de esa dependencia, pero debido a que las víctimas residen en la zona sureste de la capital salteña, donde opera las comisaría 10, de Santa Cecilia, es que personal de tal repartición se hizo cargo de la investigación.