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15 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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?A Noir ya lo atendí una vez, ahora que se cuide?

Miércoles, 12 de septiembre de 2012 22:44
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El folclore, el montaje previo, el color, las chicanas de toda la vida entre dos cuadros antagónicos, la rivalidad -bien entendida- y la pasión de los hinchas le dan vida al fútbol. No pueden faltar. Son tan necesarios como el fútbol mismo. Y en la víspera del primer gran clásico salteño entre Juventud Antoniana y Central Norte, que se jugará el domingo, fueron los mismos protagonistas los que empezaron a encender el clima y a jugar el clásico desde afuera de la línea de cal. A la disputa la empezó el presidente del santo, Rubén González. Luego recogieron el guante José Macaione y Hubert Piozzi. Y esta vez fue Germán Noce, el más veterano del plantel antoniano y con varias batallas sobre los hombros, el que metió la réplica sin “cassette” y poniéndole chispa a un clásico, para muchos, devaluado por el pobre presente de ambos.

“¿Cómo vivo la previa? Tranquilo. No sirve de nada estar nervioso, ansioso, porque la pasás mal y todo te cae mal. Tenemos una obligación con la gente, pero más con nosotros mismos. Con Central Norte vamos a salir a buscarlo con todas las ganas, sin volvernos locos. Y acá la mayor presión no es de ellos, es de los dos. Nosotros iremos despacio, ellos se habrán armado para otra cosa, no sé. Yo veo lo mío y nada más. Yo sé que a nosotros nadie nos ganó hasta ahora ni nos llevó por delante”, le mandó Noce el primer “tiro por elevación” al cuervo. “No ganamos pero, si miramos el vaso medio lleno, tampoco perdimos. Tenemos que ganarle a Central para despejar las dudas de la gente. No la nuestra. El domingo jugaré el mejor partido para volver, el partido que espera la gente y que hace que este deporte sea tan lindo. Ojalá sea una fiesta”, manifestó el jugador, que regresará el domingo a la titularidad por el lateral derecho.

A la hora de imaginarse los duelos que vivirá en el césped del Martearena, Noce rememoró situaciones vividas en una cancha con su amigo, Enzo Noir, a quien tuvo de compañero en San Martín y también enfrentó en Racing de Córdoba. “Con Enzo somos amigos, jugamos juntos. Ya lo atendí una vez, pero de burro nomás. Ahora que se cuide y que tenga cuidado el domingo (risas)”, chicaneó, para luego ponerse serio: “Ahora hay que jugar. Al fútbol se lo juega y los guapos ya se terminaron”.

Por último, Noce remarcó los distintos puntos de vista con respecto al presidente del santo, quien señaló que el cuervo es “el peor equipo”. Al respecto, contrapuso: “No son los peores. Esas son palabras del presidente y es respetable como cualquier opinión. Jugaremos con un equipo que no es el que hoy marca la tabla”.

Anti-cuervo, casi listo y un diálogo largo y tendido 
 
El clásico del domingo entre Central Norte y Juventud Antoniana ya está a la vuelta de la esquina. Y sin
demasiadas sorpresas entre sus filas, el entrenador del santo mostró ayer a los once que saldrán a jugar el clásico con el cuervo, con los retornos de Germán Noce en el lateral derecho de la defensa, en lugar de Sebastián Quinteros, y la vuelta de Carlos Keosseian en reemplazo del expulsado Germán Cáceres en el círculo central. Además, quedó en claro en el ensayo la ratificación de Cristian Badaracco en la delantera, pese al esguince de rodilla que lo afectó y por el que debió ser infiltrado. El DT también probó unos minutos con Juan Pablo Rial como variante.
Delfino realizó un trabajo puntilloso de defensa y ataque, dando constantes indicaciones en la jornada matinal de Lerma y San Luis, y empezó a mostrar al equipo que casi con seguridad será de la partida en el clásico del domingo a las 16.45 con el cuervo, en el Martearena. El mismo será ratificado hoy por la tarde en la práctica de fútbol formal.
Como nota positiva, José Tabáres se mostró recuperado de su dolencia y entrenó con absoluta normalidad.
Tras la práctica, Delfino mantuvo una charla de más de media hora con sus jugadores en el círculo central. El eje en común del diálogo con el plantel estuvo fijado en lo que pondrán en juego ante Central Norte, porque todos saben internamente en el antoniano que una victoria redimirá los desaciertos de las primeras fechas y le otorgará una mirada más optimista al equipo para afrontar un largo camino.
 

 

 

 

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