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Los crímenes contra los ancianos en la Argentina empiezan a ser muy frecuentes. Anteayer le tocó a un jubilado bonaerense, que fue ultimado delante de su nieto, y ayer a una señora de 74 años Córdoba. Una jubilada fue encontrada sin vida y atada a una silla, dentro de su casa de un barrio de la capital cordobesa, luego de que fuera asaltada.
Según se informó, la mujer no presentaba signos de violencia, por lo que se sospecha que podría haber fallecido a causa de un ataque cardíaco, en medio del estrés por el asalto que sufrió.
En tanto, dentro de la vivienda de la víctima había un gran desorden, según se señaló. La víctima fue identificada como Nilda Estela Díaz, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado ayer a la mañana por su yerno, según lo señalado por fuentes policiales y medios de prensa locales.
Díaz fue hallada atada a una silla, en el comedor de la vivienda. Luego de que se conociera el hallazgo del cuerpo, el comisario inspector Fernando Velázquez, de la Policía provincial, señaló que la puerta de entrada al domicilio no tenía signos de violencia. En ese sentido, se presume que el o los malvivientes entraron con una copia de la llave, ataron a la jubilada -quien habría muerto tras sufrir un paro cardíaco producto del estrés por el robo- y se dirigieron a los dormitorios en busca de dinero y otros objetos de valor. El comisario Velázquez sostuvo con respecto al hecho: “En principio el cuerpo no tiene signos de violencia. Trabaja personal de la División Homicidios y la Policía Judicial para determinar las causas del deceso”. Con respecto al lugar del hallazgo del cuerpo, el comisario dijo que la jubilada fue encontrada “sin vida en la sala del comedor, atada y sentada en una silla”.
Según trascendió, el yerno de la víctima había llamado poco después de las 5 de la mañana al número 101, ya que la mujer no contestaba los llamados telefónicos.