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El suceso, que ocurrió en la ciudad Haren de 18.000 habitantes al norte de Holanda, provocó la intervención de la policía antidisturbios para contener a miles de personas presentes en la residencia de una adolescente que accidentalmente olvidó hacer privada la invitación a su cumpleaños en Facebook.
La casa familiar, ubicada en el centro de la localidad, fue escenario de diversos actos de vandalismo por parte de jóvenes que evocaban escenas de una película estadounidense titulada “Proyecto X”. Más de veinte mil personas habían confirmado su presencia mediante la red social y hasta se habían creado paginas anticipando la fiesta “Proyecto X Haren”.
La televisión pública habló de 4.000 personas, en gran parte jóvenes, y afirmó agentes antidisturbios intentaron echar a cientos de jóvenes que querían ingresar al lugar que la adolescente, por precaución, había abandonado horas antes. La concentración provocó enfrentamientos entre la policía y los jóvenes, que tiraron bicicletas, botellas, piedras y petardos, por lo que las fuerzas policiales respondieron con gases lacrimógenos y bombas de humo.
Recién sobre las 3 de la madrugada hora local la policía consiguió disolver los incidentes, que además ocasionaron destrozos casas particulares, desvalijaron un supermercado y destruyeron señales de tráfico y postes de luz.
El Ayuntamiento de Haren (una localidad de unos 18 mil habitantes) invitó a los vecinos a que presenten denuncias y entreguen a la policía fotografías o vídeos para poder reclamar responsabilidades a los autores de los destrozos.
Antes de que se desatara la locura, las autoridades locales habían decretado el estado de alarma para poder hacer frente a la situación, ya que unas 10 mil personas habían respondido que irían al festejo.
Así, se cerró la calle de la residencia de la adolescente, se advirtió en Internet de que no iba a haber fiesta alguna, se cercó con policía la casa de la familia -que previamente había abandonado su domicilio-, y más tarde se tomaron medidas preventivas como el cierre de la salida de la autopista al pueblo para evitar que llegase más gente.
Methe, la adolescente que quería celebrar su dieciséis cumpleaños con unos pocos amigos y su familia, se dio cuenta esta semana de que su invitación, en la que había puesto su dirección y todos los datos de la casa, había sido enviada por equivocación a miles de usuarios de Facebook.