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El turismo, uno de los puntales de la economía salteña, es una de las actividades con mayor porcentaje de trabajadores en negro. El alto nivel de informalidad del sector viene siendo advertido por investigadores de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), economistas de la Fundación Mediterránea y los propios empleados de empresas de turismo. “Nosotros tenemos menos de 200 empleados registrados y más de 400 ocupados en negro”, afirmó el titular de la Asociación de Guías Profesionales de Turismo de Salta, Marcos Alfaro, tras denunciar que en ese nivel de la actividad turística imperan “condiciones indignas” de trabajo. “Los guías son a la vez choferes, traductores, auxiliares y se desempeñan sin coberturas de riesgos de trabajo, accidentes ni seguridad social”, puntualizó.
Alfaro denunció que, detrás del alto porcentaje de informalidad laboral (más del 65%, según las cifras reportadas por la Asociación), muchas de las empresas que ofertan excursiones en la provincia “no respetan las jornadas laborales ni los turnos de descanso, y estas sobreexigencias terminan en accidentes con serias consecuencias personales para los trabajadores y los turistas que contratan los servicios”.
Esta realidad no es desconocida en los organismos provinciales y las entidades que agrupan a empresarios de la actividad. De hecho, el alto índice de empleados en negro fue uno de los temas centrales en la última reunión del Consejo Asesor de Turismo, que encabezó el ministro Mariano Ovejero y tuvo en esa mesa al secretario de Trabajo, Eduardo Costello.
“Más que leyes, regulaciones y expresiones de deseos, hace falta verdadera voluntad política para contrarrestar el altísimo nivel de precarización laboral y de trabajo en negro en el sector turístico”, sostuvo Alfaro. El titular de la Asociación de Guías Profesionales manifestó que esa entidad aguarda que en 2013 se intensifiquen los controles y se sancione a aquellas empresas que no respetan normas ni derechos laborales. “No hay otro modo de poner freno a las graves violaciones que atentan contra la seguridad y la propia vida de nuestros compañeros y de los turistas”, sostuvo el dirigente.
Ley reglamentada
Según precisó Alfaro, desde 2008 cinco trabajadores que se desempeñaban como guías y choferes de turismo murieron, a causa de enfermedades o accidentes, sin obra social, ART, ni seguros. El último falleció a fines de septiembre, en un trágico choque que ocurrió en la ruta 68, cerca de Río Ancho, y tuvo dos víctimas fatales. “El guía que murió en ese terrible accidente era un joven trabajador que regresaba de una excursión, al volante de una camioneta de turismo, con 17 horas de manejo. Su familia quedó desolada y la Asociación pagó el féretro porque ni siquiera tenía seguro de sepelio”, enfatizó Alfaro.
Días después de esa tragedia el Ejecutivo provincial dictó la reglamentación de la ley de guías de turismo, que la Legislatura aprobó en diciembre de 2011. La citada norma prevé un registro, acreditaciones y capacitaciones que se consideran avances importantes. “Esperemos que la norma se aplique y se castigue a las empresas de turismo que explotan a trabajadores en negro”, concluyó.