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Paolo Menghini, padre de Lucas Menghini Rey, una de las 51 víctimas mortales de la tragedia de Once, repudió ayer la eventual separación de la investigación judicial sobre el accidente del posible desvío de fondos destinados a subsidios, al denunciar que “la plata que se robó fue la que no se invirtió en seguridad” Además, a dos días de cumplirse once meses del siniestro, volvió a manifestar su satisfacción con la elevación a juicio oral de la causa y advirtió que les resultará “muy difícil desarmar la realidad a los exfuncionarios y empresarios cuya (presunta) unión en corrupción” derivó en la tragedia el 22 de febrero de 2012 en la terminal porteña de la línea Sarmiento.
“Estamos viendo qué pasa con el tema de los subsidios. Si se abre a otro juzgado y se separa la investigación de los subsidios de la tragedia en sí misma, es una complicación”, enfatizó Menghini, cuyo hijo fue hallado muerto en el tren siniestrado casi 60 horas después del accidente.
Y, alertó que “la eventual derivación a otro juzgado puede licuar la investigación de los subsidios”.
Menghini, al insistir con el rechazo a esa posibilidad, adujo que “son concurrentes el robo de los subsidios y la tragedia, porque la plata que se robó fue la que no se invirtió en seguridad, en vagones ni en vías”.
Luego, reiteró su satisfacción con la elevación a juicio oral de la causa al destacar la “celeridad” y la solidez con la que “se hizo la instrucción: la manera en la que se avanzó al señalar en los procesamientos la responsabilidad de exfuncionarios y empresarios”.
“Se puede elevar a juicio oral y que la causa sea un flan”, contrastó y argumentó que, “acá, están las pericias contables y técnicas que sustentan lo que dice la Sala II” de la Cámara Federal porteña.
Ese tribunal, hace una semana y media, agravó los procesamientos de los exfuncionarios secretarios de Transporte de la Nación Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, al atribuirles los delitos de administración fraudulenta y estrago culposo por su supuesta responsabilidad en la falta de control que derivó en la tragedia de Once.
La misma figura -mayor a la que había impuesto el juez Claudio Bonadío cuando los procesó en octubre último- utilizó la Sala II para el ex subsecretario de Transporte Ferroviario Antonio Luna y para los ex interventores de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte Pedro Ochoa Romero y Eduardo Sícaro.