inicia sesión o regístrate.
Los dos mejores equipos femeninos del torneo Honor fueron los grandes invitados ayer, en un feriado gris y sin embargo pleno de emoción. Popeye A superó a Gimnasia y Tiro por 4 a 2, en un resultado claro pero que en el medio tuvo mucha acción.
En el inicio del partido más esperado, las espinacas dominaron sin problemas. Con desbordes y las individualidades a la orden, ellas encontraron rápidamente la fórmula que las llevó a estar 3 a 0 en sólo 20 minutos de juego.
Sin mucho que hacer y sin encontrar el rumbo al gol, Gimnasia no tuvo más que esperar la oportunidad para achicar el marcador. Lo hizo cuando faltaba sólo un minuto para el final de la etapa, a través de un punto que no sólo le inyectó alegría sino la mejor motivación para el segundo tiempo. Convencidas de que sí se podía, las jugadoras albas no desperdiciaron los minutos y, cuando recién arrancaba la segunda etapa, marcaron el segundo gol que las ilusionó y las hizo luchar con todo lo que tenían, y entonces la figura de la arquera Andrea Aguilera fue, sin dudas, la mejor carta. Las ganas estaban intactas pero el físico comenzó a pasar factura para las locales que nada pudieron hacer ante una gran ofensiva espinaca y una brillante jugada de Celeste Gómez, quien clavó el cuarto gol cuando faltaban dos minutos.
“Fue un partido muy duro en el que recién en el segundo tiempo nos animamos a creer que se podía”, aseguró la arquera Aguilera.
Lo concreto es que la calidad y la experiencia ubicó nuevamente a Popeye A como dueño absoluto del clásico salteño.