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26 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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La Presidenta dijo que no quiere tener “un país cangrejo”

Sabado, 05 de octubre de 2013 02:41
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Políticamente incorrecta, pero socialmente jugada. Así se definió ayer la Presidenta al defender las políticas de su gobierno que, entendió, apuntan a que el país “no sea nunca más como el cangrejo”.

La presidenta Cristina Fernández afirmó que no quiere “un país cangrejo, que da dos pasos para adelante y 20 pasos para atrás” sino “un país que vaya siempre para adelante”, y cargó contra los políticos que, para acceder a puestos de gobierno, buscan hacer antes un “beneficio de inventario”.

“Voy a ser eternamente incorrecta, pero jugada socialmente y patrióticamente por la Argentina”, aseguró la jefa de Estado al inaugurar el Hospital Materno Infantil Alberto Ballestrini de La Matanza, junto al gobernador Daniel Scioli y el candidato a diputado por el Frente para la Victoria Martín Insaurralde.

La jefa de Estado reiteró, como había dicho en San Juan, que “la Justicia de los Estados Unidos intenta dejarnos en default” ante las demandas de “fondos buitre” contra el Estado nacional por la deuda externa, y pidió “otra década” para “profundizar los cambios” de su gestión.

En el principal distrito electoral de la provincia, la Presidenta afirmó que “en el fondo, todos son peronistas y todavía no se dieron cuenta”, al evocar -señaló - palabras dichas por el fundador del Partido Justicialista, Juan Domingo Perón.

“Hoy es un día argentino y peronista, que casi es lo mismo”, dijo la jefa de Estado, al referirse al día soleado, pero aclaró que “no es con ánimo de ofensa, sino para que alguna vez se entienda lo que quisieron hacer hombres y mujeres como Evita, Perón, Néstor Kirchner o Ballestrini”. En comparación con la crisis que sufre la administración de Barack Obama por la cuestión de la salud, la Presidenta remarcó que la Argentina es “un país desarrollado espiritualmente” porque dijo que, a diferencia de los que sucede en Estados Unidos, “ningún argentino de bien va a discutir si otros miles de argentinos van a tener una salud digna”. “En el país más desarrollado del mundo, donde se supone que debe haber estándares de salud, todavía se discute si le van a dar salud o no a millones”, diferenció.

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