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20 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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La ruta de la "muerte", una obra imprescindible

Domingo, 06 de octubre de 2013 01:43

“La ruta es muy angosta. Cuando nos cruzamos con un camión pasamos a solo 15 o 20 centímetros. Esto es un show de accidentes todas las semanas, porque muchos se enteran de los que son fatales, pero todos los días hay vuelcos, caídas al canal, al puente del río Colorado lo tenés que atravesar a paso de hombre y a veces viene gente de otro lado que termina debajo de un camión o choca de frente. La ruta es un desastre”. Para Cristian Juárez, chofer de la empresa de colectivos que circula entre Orán y Pichanal, su trabajo tiene un riesgo extra por el estado de la nacional 50.

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“La ruta es muy angosta. Cuando nos cruzamos con un camión pasamos a solo 15 o 20 centímetros. Esto es un show de accidentes todas las semanas, porque muchos se enteran de los que son fatales, pero todos los días hay vuelcos, caídas al canal, al puente del río Colorado lo tenés que atravesar a paso de hombre y a veces viene gente de otro lado que termina debajo de un camión o choca de frente. La ruta es un desastre”. Para Cristian Juárez, chofer de la empresa de colectivos que circula entre Orán y Pichanal, su trabajo tiene un riesgo extra por el estado de la nacional 50.

A poco de atravesar el cruce de Pichanal, yendo por la traza actual, aparece el viejo puente del río Colorado. Tiene 50 años y su vida útil está agotada. En paralelo, ya se levantó el primero de los dos puentes de la autopista. Del segundo solo se ven las estructuras tubulares de hierro para los pilotes y las vigas de hormigón. La empresa Ecas, que junto a Dicassa están a cargo de todo el proyecto, necesita levantar las bases antes de las lluvias, sino será difícil que pueda terminar el puente hasta septiembre de 2014, fecha tope para los 20 kilómetros de autopista según Vialidad Nacional y el Gobierno salteño.

“Siempre está el riesgo en la ruta. Hay horarios en los que todos andan muy fuerte, como el mediodía y a partir de las 6 de la tarde hasta las 8 o 9 de la noche”, dijo Diego Contreras, un taxista oranense que dialogó con El Tribuno.

A casi dos kilómetros del río Colorado, obreros y maquinarias trabajan en el recubrimiento y la alcantarilla sobre el canal Capó. La silueta del ingenio El Tabacal asoma a lo lejos. Un poco más adelante está en construcción un puente de 14 metros de ancho. Por arriba irán los vehículos que usen la autopista. Por abajo, los camiones que ingresen o salgan de la planta azucarera. No habrá contacto entre unos y otros en prácticamente toda la nueva traza.

“He conversado con la gente de Dicassa sobre mi nueva ubicación. Estoy esperando que me digan ellos o la Municipalidad adónde me voy a reubicar porque esta gomería es mi única fuente de trabajo”. Guido Tolaba es el dueño de una de las tres gomerías que deben reubicarse en Hipólito Yrigoyen porque la autopista pasa por el terreno fiscal donde se ubicaron hace dos décadas.

El nuevo acceso a Yrigoyen, yendo desde el ingenio, será un distribuidor del tránsito con puente elevado y una vía segura para los cientos de trabajadores que van desde el pueblo a la planta industrial en motos y bicicletas. Desaparecerá, entonces, la cerradísima curva más peligrosa de la actual ruta. En el otro extremo del pueblo se construirá una rotonda.

“Los puntos más críticos son el tramo conocido como El Acueducto, a 3 kilómetros del acceso sur de Orán, y el del Lote Sarita. Allí se produce la mayoría de los siniestros con víctimas fatales. La ruta tiene el trazado que originariamente la geografía le permitió, pero con el paso del tiempo el crecimiento de la circulación de distintos tipos de vehículos mostró la necesidad de ciertas modificaciones”, dijo a este diario Pedro Gustavo Alvarez, jefe de Criminalística de la Policía de Orán.

En el acceso a la ciudad, en la intersección de la ruta 50 con la avenida Palacios, se construirá una rotonda. Según el gerente de Tránsito municipal Juan Manuel Bravo, por allí atraviesan, como mínimo, 1.000 vehículos por día, de los cuales unos 300 son taxis y remises, y varias decenas de ómnibus que van y vienen varias veces en cada jornada.

“Estamos contentos de que haya movimiento (de obra en la ruta) y pensando y pidiendo que esto no sea solamente una postal preelectoral, porque generalmente cuando hay elecciones se comienzan a movilizar las cosas y después se paran”, advirtió Mabel Bruno, la presidenta de la Cámara de Comercio de Orán.

La obra, iniciada en 2008, tiene un avance del 40%. Dicen las fuentes oficiales que en septiembre de 2014 estará terminada. Aún restan hechos puntuales: expropiar las tierras desde la rotonda de Pichanal hasta el río Colorado (hay un serio conflicto que podría judicializarse), rediagramar algunas redes de servicios (alta tensión y gas), reubicar a tres particulares en Yrigoyen y, sobre todo, asegurar los fondos y acelerar los tiempos de construcción.

“Estoy en Orán desde el año 80 y ya se hablaba de la necesidad de una ruta más amplia. Después hubo una historia bastante complicada porque se empezó a trabajar, después se paró, se volvió a trabajar y tengo entendido que el plazo era de un año pero van más de seis. Como autoridad sanitaria me preocupa la velocidad con la que se construye la nueva ruta; habría que ver de culminarla en el menor tiempo posible”, dijo Julio Cortes, gerente del hospital San Vicente de Paúl, donde tienen registrados no solo a las 14 víctimas fatales de accidentes ocurridos en la ruta 50, sino también a las decenas de heridos. La muerte de los tres jóvenes arrollados por un camión el 20 de septiembre dejó sensibilizados a todo Orán, Hipólito Yrigoyen y Pichanal. Cualquier charla termina sí o sí en este lamentable hecho. Y lo que sigue es la esperanza de todos: que la obra se termine cuanto antes.

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