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Una situación preocupante. La fuga protagonizada anteayer por dos presos del penal de Olmos, la cual se suma a una serie de más de 60 evasiones ocurridas en los últimos tres meses en las diferentes cárceles de todo el país, puso en evidencia serias fisuras en la seguridad de las cárceles argentinas, y también la connivencia de algunos miembros del Servicio Penitenciario Federal responsables de evitar que los internos se escapen.
El último episodio fue protagonizado por dos presos, detenidos por robo agravado, quienes escaparon de la Unidad Penal número 26 de Lisandro Olmos, en el partido de La Plata, y huyeron en un remís hacia la localidad de Florencio Varela.
El hecho, que recién trascendió ayer, ocurrió el martes en la cárcel de régimen semiabierto.
Tras recibir la visita de una mujer, dos reclusos identificados como Hugo Olmos Echaniz, de 32 años, y Pablo Llorente Ferreyra, de 30, saltaron dos alambrados perimetrales de más de tres metros de altura y escaparon. Mientras esto ocurría, la mujer se dirigió a una remisería de la zona y contrató un viaje a Florencio Varela.
Tras recorrer algunas cuadras, la cómplice le pidió al chofer que se dirigiera hasta la calle 47 para que allí abordaran el auto. El remisero que los trasladó dijo que uno de los presos, al llegar a destino, le dijo que pensaban matarlo, pero como se había portado bien lo iban a dejar vivir.
Cronología de las evasiones en lo que va de 2013
La espectacular fuga protagonizada el pasado 21 de agosto por trece detenidos del penal de “máxima seguridad” de Ezeiza, y que provocó la caída del polémico jefe del Servicio Penitenciario Federal Víctos Hortel, dio inicio a una seguidilla de evasiones en distintos penales de Argentina, episodios que pusieron de manifiesto la audacia y el ingenio de los presos.
Un mes después, otro recluso logró escapar de la Unidad 11 de Neuquén escondido en un mueble. Octubre fue un mes prolífico en fugas. El 9 de ese mes, seis reclusos se escaparon por los techos de la comisaría de Béccar. El domingo 20, dos hombres que estaban detenidos en Merlo escaparon pasando entre los barrotes de la celda. Y el 26, un exgendarme se escapó del penal de Marcos Paz luego de cortar el alambrado.
En Rosario también hubo escapes en la Alcaidía Mayor. En cinco días se produjeron dos hechos y eso motivó el desplazamiento del comisario Walter De Marco.
El 31 de octubre, dos presos que eran llevado a la Unidad Penal 9 en La Plata escaparon cuando el móvil que los trasladaba chocó. Ese mismo día, doce presos se fugaron de la Unidad Penal 2 de General Roca, en Río Negro, por un túnel de 32 metros de largo. El episodio más reciente también ocurrió en Río Negro. Un preso que estaba enyesado, se fugó del Penal 1 de Viedma. Días antes habían escapado de ese penal otros seis reclusos.