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Objetivo final: la Antártida Argentina

Domingo, 10 de febrero de 2013 22:16
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La denominada “Ecuación anglo-argentina” fue tema prioritario de esta columna desde el primer artículo publicado en El Tribuno el 2 de abril de 2009, titulado: “La soberanía sobre la plataforma submarina”.

A lo largo de estos años se desarrolló y analizó minuciosamente la letra del plexo jurídico de acuerdos y tratados, que en forma categórica sepultan el parloteo con que nos aturden y distraen nuestros funcionarios.

Cháchara que sólo tiene por objeto ser partícipe de una partitura pre-

establecida, cuyo único fin es despojarnos a todos los argentinos de las riquezas existentes en la geografía que habitamos, sin pertenecernos.

Tal denominación: “Ecuación anglo-argentina”, tanto política y cultural, cuanto económica y social, se desprende de la obra del profesor catedrático de la Universidad de Birmingham Harry S. Ferns, “Gran Bretaña y Argentina en el Siglo XIX” (1966), al referirse al intrincado entramado de estructuras que, por su singularidad y por sus implicancias, ha promovido extensos estudios de los más destacados eruditos en las universidades inglesas.

Es decir, el estudio profundo en proyección atemporal de la férrea dependencia Argentina del imperio desde 1825, año en que firmáramos el “Tratado de perpetua amistad”, consecuencia jurídica esencial del plan de 1711 denominado “Una propuesta para humillar a España”, al que oportunamente me referí en anteriores artículos de esta columna.

Hoy constatamos, indudablemente, que el poderío imperial se saca la careta, no la necesita más, y ostensiblemente apoyado en la convicción armada publicita su objetivo de instalación a perpetuidad en el inicio y cúspide (alfa y omega) de todos los continentes.

Es un mensaje dirigido no a los argentinos, sino a todo el planeta extra e intraterreno.

Ubicación antártica

Los presupuestos se cumplen inexorablemente producto de la científica planificación de los cerebros imperiales. El contundente veredicto del próximo 11 de marzo será un nuevo punto de apoyo del RU.

Por prolongación de la plataforma que ocupan en Malvinas e islas del Atlántico Sur, se extenderán a “título de dueños” a la península antártica (Queen Elizabeth Land), desalojando a los argentinos de las bases que en este mes cumplen 109 años de “cuidados y mantención”.

Mientras por la ruinosa situación de nuestra des-Armada, debemos alquilar avión ruso (Ilushyn) y barco holandés (Timca) para recambio antártico, los británicos/ EEUU se encuentran perforando los lagos sub-

glaciales Whillams y Ellsworth, habiendo logrado el pasado 23 de enero muestras del acuífero.

Los rusos

En esta carrera científico-militar, el pasado 10 de enero, los rusos lograron extraer muestras del lago Vostok, a 3.406 metros de profundidad.

Agua y barro que develarán secretos ocultos por cientos de miles de años. Indudablemente, la lucha por el control antártico y sus derivaciones es el escenario que empieza a mostrarse en una actualización de la disputa oriente/occidente. Esta vez en el vértice teóricamente neutro del mundo, corriendo el riesgo se transforme en un vórtice sin control donde la población civil continental replique lo que hoy ocurre en Irak, Libia, Afganistán, Siria. En esta globalización de tránsito a su última fase: la “mundialización”, lo sucedido en las poblaciones de cualquier rincón del mundo, constatamos, se reitera una y otra vez a lo largo y ancho de nuestro único planeta Tierra.

¿Podremos los argentinos quedar excluidos?

 

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