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Las vueltas que tiene el fútbol. Pensar que Julio César Falcioni, ex-DT de Boca, se tuvo que ir por decisión unánime de los hinchas, a pesar de haber encontrado una solidez a la hora de defender lo que le valió que se le baje el pulgar por ser un técnico “defensivo y poco audaz”. Con la llegada de Carlos Bianchi todos imaginaron que el paladar xeneize (del '98 a esta parte) volvería a aflorar, pero son otros los jugadores y otros los tiempos. Paradójicamente, ante Tigre, el Virrey tuvo que apelar a una cirugía mayor en el once titular, haciendo seis cambios, justamente para ganar esa solidez defensiva que había conseguido Falcioni.
Y ayer en Victoria, Boca volvió a dejar muchas dudas pero por lo menos la última línea no recibió goles, aunque mucho tendrá que trabajar Bianchi para poder moldear un equipo ambicioso y protagonista como exige el pueblo boquense.
Los ingresos de Claudio Pérez, Emiliano Albín, Ribair Rodríguez y Lucas Viatri permitieron que el xeneize no sufriera en el fondo y luciera más combativo en la mitad de la cancha, pero estuvo flojo de tres cuartos de cancha en adelante.
En un cotejo de trámite mediocre, el primero en llegar fue Tigre, con una media vuelta de Botta, controlada por Orión, mientras que Boca tuvo la suya, pero Pol Fernández, de frente al arco y en soledad, remató muy mal. Boca seguía siendo algo superior desde el juego, pero fue el local quien volvió a sorprender, cuando Pérez García obligó a Orión a exigirse. Cerca del final de la primera etapa, Viatri bajó la pelota al área chica, tras un tiro libre de Fernández, y Burdisso no alcanzó a impactar con la frente por centímetros.
Los primeros minutos del complemento fueron aún más trabados, con muchas infracciones e imprecisiones en la mitad de la cancha.
Solo hubo dos jugadas para resaltar: a los 20 m., Viatri, de floja actuación, remató alto y desviado desde el borde del área y por el lado del matador, a los 32, un remate apenas desviado del ingresado Lucas Janson. Lo demás, un bodrio. Boca festejó el cero pero no solo tendrá que pensar en defenderse sino en proponer.
¿Comenzó la limpieza?
El hermetismo de Carlos Bianchi a la hora de conformar el equipo en la semana generó las más variadas conjeturas. La antesala del empate 0-0 ante Tigre, en Victoria, terminó confirmando los rumores de limpieza de aquellos futbolistas que conforman el plantel y que no comulgan con Juan Román Riquelme.
Tres habituales titulares fueron marginados del once ni bien la delegación pisó el estadio de Victoria. Santiago Silva, Walter Erviti y Leandro Somoza (el más cuestionado) dejaron su lugar en la cancha, en un mensaje que dejó la duda sobre si se trató de una “limpieza” del entrenador xeneize o si solo tenía que ver con haber jugado dos partidos en la última semana (Quilmes y Toluca, en la Bombonera).
Vale recordar que estos tres jugadores llegaron al club por pedido especial de Julio Falcioni y mantenían una fluida relación con el ex DT boquense.
Con Paredes y Cellay afuera de la lista de concentrados, fueron seis los cambios respecto al triunfo en el debut ante el cervecero, ya que Matías Caruzzo no pudo jugar frente a Tigre por haber sido expulsado el fin de semana pasado.
Lo llamativo de la situación es que la noticia explotó en la cancha y no en la concentración.
Para aportar más suspicacia a esta novela, Bianchi hizo ingresar a Erviti cuando estaba a punto de cumplirse el tiempo adicionado y solo jugó treinta segundos. No deja de parecer extraño esta determinación, ya que el ex-Banfield había mostrado un buen nivel en los últimos partidos (marcó dos goles desde que comenzó el año) y ante el poco volumen de juego del equipo su presencia se imponía.
Los únicos que mantuvieron el puesto fueron Agustín Orion, Guillermo Burdisso, Clemente Rodríguez y Juan Manuel Martínez.
Para Bianchi, se “inventan” problemas
Fue flojo otra vez el rendimiento de Boca Juniors pero el técnico Carlos Bianchi, quien realizó seis cambios frente a Tigre, resaltó el empate en cero y se fue conforme sólo por el rendimiento defensivo. El Virrey salió a contestarle a los periodistas que aseguraron que hubo una limpieza en el equipo titular. “No busquen problemas donde no los hay”, sentenció por las seis modificaciones que hizo y las ausencias entre los concentrados del defensor Christian Cellay y el enganche Leandro Paredes. “No sé de dónde sacaron que a Cellay nunca lo iba a tener en cuenta y en cuanto a Paredes, ya dije que necesitaba un descanso. Es un chico de 18 años”, explicó el DT.
Para sustentar y defender estas decisiones, el DT rememoró cuando le dio un descanso de quince días a Carlos Tévez y recordó que el periodismo en ese momento “no dijo nada”. En cuanto a las circunstancias del juego, criticó el estado del campo de juego y aunque no lo puso como excusa explicó que no ayudó a la propuesta de ambos equipos.
“Me voy contento porque la defensa estuvo bien ante un rival como Tigre, que de local es peligroso. El primer tiempo fue bueno y en el segundo, los dos jugamos mal. El partido se hizo aburrido”, analizó.
A su vez, destacó las actuaciones de Claudio Pérez y Ribair Rodríguez y también la de Lucas Viatri, de quien remarcó que no jugaba hace mucho tiempo “un partido entero”.
“En la semana vamos a poder trabajar tranquilos”, concluyó Bianchi.