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Avellaneda será una caldera. Se jugará un clásico recargado por la crítica posición de Independiente y un Racing que lo quiere amargar aún más. El rojo pugna por zafar de la zona del descenso y la academia necesita sumar para ser uno de los estelares protagonistas del certamen.
El partido, de lo más saliente de la tercera fecha, se jugará desde las 17 en el estadio Libertadores de América, con el arbitraje de Diego Abal, a quien Zubeldía le pidió que no se deje influenciar por la localía.
Desde que Independiente remodeló su estadio se jugaron cuatro clásicos y todos fueron ganados por el local. Los tres primeros por 1-0 y el último por 4-1 el día que se vivió un escándalo en el vestuario de Racing cuando el colombiano Teófilo Gutiérrez discutió y amenazó a sus compañeros con un arma de juguete. Habrá 1.000 policías en el operativo de seguridad y esa magnitud se debe a que la tensión que rodea al partido es significativa ya que nunca en la historia se jugó un clásico con Independiente sufriendo por mantener la categoría. El rojo, pese a los lógicos nervios que provoca la previa de este partido, vivió una semana tranquila después del gran triunfo que logró ante Vélez por 1-0, pero llega con bajas por la expulsión de Julián Velázquez (lo reemplaza el juvenil Ojeda).
Racing también llega con ausencias: Pillud y Corbalán, lesionados, serán reemplazados por Lluy y el joven García, respectivamente.
Si no gana, seguirá en “rojo”
La goleada de Quilmes complica más a Independiente que, en caso de no ganar el clásico de Avellaneda, seguirá en descenso directo.
Al respecto, Luis Islas, exarquero del rojo, advirtió: “Si Independiente pierde el clásico con Racing, habrá que ponerse a pensar en el descenso”, apreció el exjugador.
Si el rojo gana, saldrá después de mucho tiempo de la zona roja, aunque sea por unas horas, ya que si San Martín (SJ) consigue un triunfo mañana ante Newell's, volverá a despojarlo. En tanto, Atlético de Rafaela y Godoy Cruz tendrán hoy otro partido importante para tomar aire en los promedios.