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Antes de la espectacular remontada de River frente a Tigre, el domingo, en el Monumental, la violencia volvió a decir presente en toda su dimensión.
Los barras del matador se enfrentaron a los tiros y trece hinchas permanecieron hasta ayer internados con heridas de balas, tres de los cuales en grave estado.
La Justicia abrió una investigación; el sindicado jefe de la barra brava de Tigre y uno de sus lugartenientes quedaron imputados en la causa y el fiscal del caso investiga por qué no había presencia policial en la zona. Pero, en contrapartida, hasta ayer no hubo detenidos.
La disputa interna de la barra de Tigre comenzó pocos semanas atrás por el reparto de entradas y los viajes a los partidos de la Copa Libertadores. El domingo, la reyerta comenzó cuando miembros de la facción de “Los de Pacheco” se mostraron molestos y reclamaron más entradas para asistir al estadio Monumental para presenciar el partido con River.
Pero la interna de la barra brava también se relaciona al poder político local.
Los tiros en el barrio Troncos del Talar fueron intercambiados por el sector oficial de “La 13”, que lidera Daniel Paz y “La banda de Pacheco”, un grupo disidente.
Ambos responden a padrinos políticos diferentes y enfrentados por las aspiraciones políticas futuras a nivel provincial. “La 13” está ligado al actual intendente de San Isidro, Gustavo Posse; mientras que los de Pacheco se emparentan con el ejecutivo municipal de Tigre, Sergio Massa.
Dos de los trece barras detenidos permanecía ayer internados en grave estado con “serio riesgo” de perder la vida, según los informes médicos.
Uno presentaba una herida de bala en el cráneo y el restante “un compromiso vascular grave”, por la intensa pérdida de sangre.
Los imputados y la ausencia policial
Los dos imputados por el violento enfrentamiento son Daniel Paz, alias “el Negro Fiorucci”, presunto líder de la hinchada “La 13”, y otro de sus referentes, llamado Abel Lavigna, alias “El Gallego”, quien es uno de los heridos de bala. En base a la declaración de testigos, se les imputó los delitos de “abuso de arma y lesiones graves”.
Además, el fiscal Musso investiga por qué no había presencia policial al momento del enfrentamiento, que fue alrededor de las 16.30 en las inmediaciones del estadio ubicado en la localidad de Victoria.
Musso pidió las imágenes de las cámaras de seguridad ubicadas en la zona, pero desde el municipio de San Fernando le comunicaron que el domo mejor ubicado no grabó nada porque no funcionaba desde el día anterior tras una tormenta.
Por su parte, el intendente de Tigre, Sergio Massa, como para despegarse del hecho, exigió el máximo castigo “a los delincuentes que se ocultan detrás de la camiseta, todos debemos colaborar con la Justicia”.