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El gobierno de Jujuy aseguró que está buscando inversores, a fin de evitar el cierre del Ingenio La Esperanza, ya que el grupo inversor que arrienda el establecimiento anunció que se desvinculará a fines de marzo, cuando venza su contrato.
El gobernador Eduardo Fellner se reunió con empresarios de la Unión Cañeros Independientes de Jujuy y Salta con los que acordó "hacer un trabajo conjunto de buscar inversiones" que sean "serias y genuinas", afirmó.
El grupo Roggio, a cargo del ingenio La Esperanza, anunció que se retirará del negocio el próximo 31 de marzo, cuando finalice el contrato de arrendamiento.
El emprendimiento cuenta actualmente con unos 1.500 trabajadores, luego que el grupo inversor redujera la planta de personal en alrededor de 500 personas, según datos de la CTA de Jujuy.
Fellner advirtió que el establecimiento "implica no solamente a los trabajadores en forma directa, a la familia de los trabajadores, a los terceros que prestan servicio para el ingenio, sino también a muchos productores cañeros de la zona que entregan su caña para que el Ingenio La Esperanza haga la molienda".
Por su parte, la CTA de Jujuy exigió al "Estado provincial" que "se haga cargo de la empresa y arbitre los mecanismos necesarios para garantizar su correcto funcionamiento y el resguardo de esta importante fuente laboral".
Pero Fellner insistió en que el ingenio deberá ser rescatado por empresarios, al destacar que su administración trabaja para "poder conseguir un grupo inversor, aún cuando es una decisión netamente de los sectores privados".
Por su parte, el ministro de Gobierno provincial, Oscar Insausti, admitió que existe "preocupación" en el Ejecutivo por la situación de La Esperanza y realiza gestiones a fin de "garantizar la fuente de trabajo". "Hace varios meses se están buscando interesados o inversores que puedan llevar adelante un emprendimiento productivo de la envergadura del Ingenio La Esperanza con la responsabilidad de hacerse cargo de la fuente de trabajo", sostuvo Insausti, a la vez que calificó esa tarea como una "prioridad central para el gobierno de la provincia".
Los trabajadores del ingenio, junto a sus familias, cortaron el lunes último los accesos a la ciudad de San Pedro de Jujuy, a 65 kilómetros al este de esta capital, a la vez que lanzaron un paro por tiempo indeterminado.
Los manifestantes advirtieron sobre el "incumplimiento y la falta de inversión" en el establecimiento por parte del grupo Roggio y exigieron una "respuesta concreta" del gobierno ante el riesgo que corre la empresa.
Horas después el gobierno dictó la conciliación obligatoria y los trabajadores decidieron retomar sus actividades.