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Cortocircuitos en el escenario de poder

Lunes, 11 de marzo de 2013 00:33
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Existen dos urgencias para el oficialismo: evitar la dispersión de fuerzas dentro del frente de gobierno y lograr más tiempo para acordar candidatos, de cara a las elecciones legislativas de este año. Sin dudas, el primer punto es el que demanda más esfuerzos al gobernador Juan Manuel Urtubey. Mantener la unidad dentro de un frente que fue concebido electoralmente no es tarea sencilla. Hay desgastes en los vínculos extrapartidarios, pero también dentro del propio justicialismo y esto es cada vez más evidente. Filas adentro del PJ se advierten tres grupos bien diferenciados con intereses propios, dentro y fuera del Gobierno. Sus cabezas visibles son: Carlos Parodi, ministro de Economía; Manuel Godoy, presidente de la Cámara de Diputados, y Miguel Isa, intendente capitalino. De los tres, los más confrontados son Isa y Godoy y sus enfrentamientos ya se hicieron notables el año pasado con apreciaciones de uno y otro lado sobre la tarea legislativa y ejecutiva para el municipio capital. Estos enfrentamientos cesaron, pero las heridas aún no cicatrizan y son un riesgo para la convivencia política en el esquema del Gobierno provincial. Isa quiere seguir en la intendencia, pero los planes para él son otros. Godoy aspira al sillón de Casa de Moldes sabiendo que sus posibilidades de llegar al Congreso de la Nación lo dejan fuera de carrera. Uno de ellos parece tener la venia de Urtubey y esto eleva la temperatura en las relaciones. No muy lejos, Carlos Parodi observa a su alrededor y hace números. Maneja la billetera y baja líneas. Sabe que es el centro de las miradas y entre ellas también hay rencor. Parodi tiene bendecidos en el Gobierno y habla muy seguido con extrapartidarios, entre ellos intendentes renovadores y otros personajes que, ya acostumbrados a hacerlo, no dudarían un segundo en pasarse al PJ. Billetera de por medio, claro está.

En todo este panorama interno Urtubey busca un poco de oxígeno para llegar a los acuerdos que puedan posicionar a su hermano Rodolfo como candidato a senador nacional. Pero el tiempo se le acorta y las definiciones no llegan. En el camino apareció el vicegobernador Andrés Zottos reclamando su espacio de poder dentro de los planes. Asegura que el Partido Renovador debe conservar su banca en el Senado de la Nación y, como en un disparo por elevación, aseguró que el PRS debe seguir en el frente de gobierno ya que está en juego la “gobernabilidad” de la provincia. Muchos afirmaron convencidos que “Zottos sabe que pierde en una pulseada política con Urtubey” y por eso decidió seguir en el Frente para la Victoria. Las estructuras se resienten a cada momento y las relaciones amenazan con convertir en un infierno el delicado equilibrio gubernamental. La transversalidad política no resulta fácil de sostener en circunstancias donde los intereses son contrapuestos y los frentes políticos tienen esa particularidad. Se necesita impulso para mantenerlos y por estas horas esa no parece ser una característica de Juan Manuel Urtubey. Las peleas dentro y fuera del PJ prenden una luz de alarma y para apaciguar los ánimos se necesita un fuerte liderazgo que vaya más allá de la imagen y la billetera.

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